La desesperación de no saber nada de Fernanda Cayetana Canul, de 12 años de edad, desaparecida la semana pasada a unos metros de su vivienda en la Zona Continental de Isla Mujeres, solicitan el apoyo de las autoridades para ampliar su búsqueda ahora casa por casa, pues creen que pudiera estar cerca de la misma vivienda, la esperanza de encontrarla con vida no la pierden aunque están conscientes de que el desenlace pueda ser cualquiera; ayer nuevamente recorrieron brechas y un basurero clandestino sin tener resultados positivos.
Los familiares de la menor extraviada la mañana del pasado jueves 21, en la colonia Nazareno, en la zona de Rancho Viejo, no se rinden y continúan con su búsqueda, sin tecnología de punta, equipo especial y las herramientas adecuadas, los hermanos de la pequeña y vecinos realizaron un recorrido el cual duró por alrededor de dos horas, adentrándose a lugares hasta donde tienen alcance.
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Con machete en mano, botellas rellenas con agua, sandalias y otros usando zapatos cómodos, pero sobre todo sin rendirse y esperando a que la menor sea localizada, un pequeño grupo hizo el recorrido, en esta ocasión no sobresalieron los uniformes, carros ostentosos, armas de grueso calibre y perros guías, el día de ayer la desesperación de no saber si Fernanda Cayetana Canul ya comió, si duerme y sobre todo si físicamente se encuentra bien, se notaba a cada paso que por nuevas brechas en la zona de selva baja sus allegados daban.
Conforme los días pasan, los padres de Fernanda para quienes las horas son largas, no dejan de pensar que puede estar cerca, tal vez retenida contra su voluntad y está a la espera de ser rescatada, es por ello que ahora buscan con el apoyo de las autoridades y sobre todo de los vecinos el poder revisar casa por casa, esta medida extrema como uno de los últimos recursos para lograr llegar hasta ella.
Han pasado cinco días desde que la menor salió de su domicilio para dirigirse con un vecino a realizar labores domésticas por las cuales ganaría 250 pesos, esto a espaldas de su propia vivienda, alrededor de cuatro horas después, el temor de que estaba en riesgo perturbó a su familia, quienes a la fecha apenas prueban bocado, pues quien está detrás de la desaparición de la menor no solo les ha quitado a “su bebé”, se llevó sus ganas de continuar con su vida normal, pues ahora desde las primeras horas del día realizan recorridos y sus noches las pasan en vela.
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CG