Tres municipios de Quintana Roo, dos de ellos pertenecientes a la zona maya del Estado, registraron un incremento en el precio de la tortilla, debido a diversa situaciones; los productores de este producto de la canasta básica indicaron que no han podido mantener el monto del kilo de este derivado del maíz.
Cozumel
A partir de ayer empezó a aplicarse el alza de dos pesos al precio del kilo de tortilla; oficialmente su costo es de 26 pesos, aunque en algunas tiendas alcanzó hasta 28 pesos, ya que los propietarios señalan que el incremento a los insumos no les deja margen de ganancias.
Esto coloca a los pequeños negocios en desventaja frente a los supermercados, donde el kilo cuesta entre 10 y 15 pesos.
Las amas de casa se quejaron porque justo en el inicio de mes recibieron un nuevo golpe a la economía familiar, aunque ya lo había anunciado la Unión de Molineros, con el argumento del constante aumento de los insumos.
El ajuste anterior fue en diciembre del año pasado, cuando el precio del producto pasó de 22 a 24 pesos el kilo.
Paula Novelo, líder de la Unión de Molineros, refirió que la principal competencia del gremio son los centros comerciales, donde ofrecen el producto a muy bajo precio.
Variantes
Aunque en muchos establecimientos respetaron los 26 pesos establecidos, algunos propietarios de tiendas de abarrotes mencionaron que tendrán que aumentar hasta a 27 o 28 pesos el kilo de este alimento básico para los hogares, para poder obtener ganancias.
En contraste, algunos dijeron que dejarán de expender este producto, porque la gente ya no querrá comprarlo a ese costo.
Amas de casa comentaron que este incremento representa un duro golpe a su economía, pues una familia numerosa consume hasta dos kilos.
De hecho, algunas dijeron que aunque no es la misma calidad, tendrán que optar por adquirir las tortillas de los supermercados, por ser más accesibles.
“Todo ha subido en los últimos meses; el dinero ya no alcanza para comprar los productos de primera necesidad; no nos queda otra, más que trabajar doble o consumir menos”, expresó Marcela O.
José María Morelos
Con la expresión: “no hay plazo que no se cumpla”, el representante de los industriales de la masa y la tortilla de esta ciudad, Cleofas Puc Celis, confirmó que ya entró en vigor este lunes el incremento al precio de la tortilla; por consiguiente, dijo que el producto pasó de 22 a 24 pesos el kilogramo.
Y es que, desde la primera semana de julio pasado, Puc Celis ya había adelantado que por el aumento al precio de la materia prima que se ocupa para el maquilado de la tortilla, el sector industrial iba a verse obligado a aumentar 2 pesos más al precio del producto a partir del 1 de agosto.
Expuso que el incremento al precio de la tortilla se hizo ayer lunes en las 12 maquinadoras que integran el gremio en esta ciudad.
Indicó que anteriormente, en la cabecera municipal había 14 tortillerías, pero ya cerraron dos de ellas, por los incrementos constantes que se han registrado en la harina y otros productos que se utilizan para el maquilando de las tortillas, lo que ocasionó que no les alcanzara para pagar los gastos que el negocio generaba.
Acerca de este nuevo aumento, el segundo del año, una mujer de esta ciudad, que se identificó como Manuela Uc Loria, dijo que este nuevo precio “viene a golpear más la economía familiar”.
“Desde que empezó el año sólo se ha hablado de aumentos en todos los productos; mientras que el salario que se gana aquí, que no es ni el mínimo, ya no alcanza para comprar los insumos con los que se prepara la comida”, señaló.
Por su parte, Ileana Sánchez Chi comentó que con el nuevo aumento al precio de la tortilla, ella mejor va a comprar masa para tortear, pues cree que así va a gastar menos.
“En casa se come todos los días al menos tres kilos de tortilla, pero con lo que cuesta ahora ya sólo va a alcanzar para comprar dos kilos. Mejor voy a tortear, para que rinda”, abundó.
La mujer compartió que este año ha sido muy difícil para su familia, pues su esposo dejó de trabajar en el Ayuntamiento; ahora él realiza distintos trabajos en la comunidad, para tener un ingreso.
Durante un recorrido por la zona se confirmó que, efectivamente, en todas las tortillerías de la ciudad había cartulinas pegadas en la entrada, en donde se anunciaba el nuevo incremento de dos pesos.
Lázaro Cárdenas
Dos tortillerías no incrementarán el precio del kilogramo de tortillas en la cabecera Municipal, debido a que sus gastos de materia prima son menores, pues en lugar de Maseca utilizan Minsa, que es más barata, indicó Mariano Pech Abán, Presidente del sector. Todos los demás elevaron dos pesos el costo del producto a partir de este lunes.
El representante reconoció que el ajuste al precio es un golpe fuerte a la economía familiar, pues se trata de un alimento esencial en la dieta de los habitantes; sin embargo, destacó que los costos de los insumos se elevaron mucho y ya no eran sostenibles. Por ejemplo, la tonelada de Maseca alcanzó casi los 18 mil pesos; también subió el gas, la energía eléctrica, que se ajusta al alza cada bimestre; el papel para envolver y el plástico; además, tienen que pagar empleados, entre otros gastos.
Pero recalcó que también se tiene que aclarar la razón por la que dos tortillerías de la cabecera mantendrán sus precios, para evitar desinformar a la sociedad y el enojo de los consumidores.
El líder explicó que de los 18 molineros afiliados al sindicato “Unión y Fuerza”, sólo dos no incrementarán el kilogramo de tortilla, de 22 a 24 pesos, ya que en lugar de la Maseca optan por utilizar Minsa, un producto más económico, por lo que mantendrán sus precios entre 19 y 22 pesos.
Pech Aban añadió que un bulto de 20 kilos de Maseca cuesta alrededor de 334 pesos, y uno de Minsa se expende en 280 pesos, pero como la mayoría de los molineros utiliza Maseca, por eso optaron por el aumento.
El entrevistado insistió en que los habitantes deben entender por qué dos de las tortillerías ubicadas en la colonia Centro optaron por no aplicar el alza.
Reconoció que los molineros saben que es un duro golpe a la economía familiar, porque afecta directamente al bolsillo de sus clientes, y afirmó que les preocupa que bajen las ventas y los clientes busquen los establecimientos que venden más económico.
Respuesta ciudadana
Gloria Pech, habitante de Kantunilkín, sostuvo que el aumento en el precio de la tortilla es sin duda una afectación grave a la economía, pero es un producto esencial que hay que comprar para alimentar a la familia, y se hace el esfuerzo para que no falte en la mesa.
“Como habitantes nos quejamos de incrementos como el de la tortilla, pero no nos quejamos ante los elevados costos de la cerveza, los cigarros, los refrescos y productos innecesarios; de modo que para ser congruentes se debe pensar en las prioridades de la familia, y una de ellas es brindarles alimentación”, dijo.
Por su parte, Karla Cauich menciono que esperaban el ajuste para inicios de año, pero se realizó ocho meses después, y aunque indicó que sí es un duro golpe para sus bolsillos, señaló que hay que reconocer el esfuerzo que han hecho los molineros para mantener sus precios, ya que incluso en la pandemia apoyaron la economía y absorbieron los incrementos durante dos años.
Aseguró que buscando prioridades, es mejor dejar el pan, los refrescos y las cervezas, así como otros gastos innecesarios, como productos que se compran en línea o sólo para cumplir caprichos, y voltear a lo que en realidad se necesita y procurar los recursos para comprar las tortillas, que diariamente se necesitan en casa.
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CG