El turismo de aventura hacia el convento de Boca Iglesia ha sido reactivado, según la oferta de una reconocida agencia digital que promociona actividades como el parapente en la laguna Chacmuchuc y recorridos por los manglares de Isla Blanca y cayos del municipio isleño.
El recorrido tiene una duración de cinco horas y está abierto a personas de todas las edades, desde niños a partir de cuatro años hasta adultos mayores de 99. Los principales clientes son huéspedes de lujosos hoteles en Costa Mujeres, amantes de la naturaleza, que desean explorar en bote los canales de la laguna y los manglares.
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Durante el recorrido, se ofrece a los visitantes la oportunidad de observar de cerca la vegetación nativa y la vida animal del entorno. Los guías proporcionarán detalles sobre la rica historia de los conquistadores y piratas del Caribe. Se menciona la posibilidad de avistar flamencos rosados y otras especies de aves, así como animales endémicos.
Una vez en Boca Iglesia, los visitantes caminan durante cinco minutos para llegar al sitio y recorren el edificio histórico rodeado de árboles. Allí, se les brinda información sobre el significado del conjunto, incluido el cementerio que yace oculto entre la vegetación, así como las tradiciones y la relación económica de los mayas con el mar.
En el camino de regreso se hacen dos paradas para bucear, donde peces de colores conviven con los restos de un antiguo naufragio y formaciones de coral. El recorrido continúa hasta un banco de arena con aguas poco profundas, permitiendo a los visitantes disfrutar de este asombroso lugar y tomar sus mejores fotos de vacaciones, según uno de los guías.
Gestión sin avance
En cuanto a la solicitud empresarial de gestionar un acuerdo con el propietario del terreno donde se encuentra el convento, Nicolás Rivero, ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), parece no haber avanzado. A pesar de la disposición expresada por Rivero durante la pandemia para cambiar el terreno, no se ha logrado un acercamiento formal hasta la fecha.
Según informes, no se ha llevado a cabo ninguna reunión formal para abordar este asunto. Pese a que Rivero había cercado el acceso para evitar ingresos no autorizados, ahora parece que los operadores turísticos pasan por alto esta advertencia.
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HS