José Guadalupe Martínez Cervantes llegó hace 5 meses a Tulum, oriundo de León, Guanajuato, contratado por una empresa como herrero en la construcción de un hotel. Él optó por venir al Caribe Mexicano a buscar una oportunidad laboral que le permita sacar adelante a su esposa y sus dos pequeños hijos, en lugar de arriesgar su vida yéndose como “mojado” a Estados Unidos. Este martes tenía su vuelo de retorno a su tierra, junto con un grupo de 30 paisanos.
Al considerar como una gran oportunidad poder trabajar con una empresa mexicana, que “nación” en León, Guanajuato y que tiene a su cargo diversos proyectos turísticos y de otros segmentos, Martínez Cervantes dijo que, luego de cinco meses de trabajo es la primera vez que retorna para ver a su familia.
“Estaré con mi familia unos meses y a principios del próximo año me voy a Rosarito, Baja California, a otro proyecto con la misma empresa que ya nos garantizó el contrato”, comentó entusiasmado.
Con un par de maletas, tipo mochila, de tela a su costado, en el área verde de la Terminal Dos, esperaba paciente que dieran las 18 horas (eran las 11 de la mañana) para poder abordar el avión que lo reencontraría con sus seres queridos.
“Debí de haberme ido ayer, pero como no compré con anticipación mi boleto, ya no alcancé lugar en el vuelo de ayer y tuve que esperarme hasta hoy”, confesó. Mientras tuvo que buscar un hotel relativamente cercano a la terminal aérea para pasar la noche y desde muy temprano decidió instalarse en una zona relativamente fresca, al aire libre, mientras esperaba.
“Nos venimos 30 trabajadores de León para construir un hotel de cuatro niveles. Ya terminamos el trabajo. Algunos de mis compañeros pudieron regresarse ayer, otros lo haremos hoy”, dice al tiempo que se le iluminan los ojos cuando empieza a compartir su experiencia y su deseo de ver a los suyos.
En estos meses de relativo descanso, dice que se sumará para apoyar a su madre, quien tiene una tienda de venta de ropa allá en su León, Guanajuato. Además de poder aprovechar y estar con sus dos pequeños hijos. “Nacieron muy seguido, uno tiene poco más de dos años y el otro unos meses”, comentó.
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HS