Ante la falta de la penalización y regulación sobre los “rituales” que incentivan el consumo de la ayahuasca, se han suscitado casos de psicosis y de comportamientos impulsivos y agresivos en ciudadanos que asisten a estos “retiros espirituales” en la selva maya, principalmente en Tulum, donde más ha proliferado, los cuales se pueden encontrar desde diferentes plataformas digitales, informó la directora nacional de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), Carmen Fernández Cáceres.
Basta dar un click en la Web para encontrar las páginas de empresas y grupos que anuncian sus servicios para “conectar con la naturaleza”, por sus redes sociales, invitando a la población a que experimenten el “viaje de instrospección” con el consumo de la ayahuasca o yagé, que es una bebida originaria utilizada en la medicina tradicional de los pueblos indígenas de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
Carmen Fernández Cáceres remarcó que el tema del consumo y comercialización de la ayahuasca es un tema que no está regulado, “no hay legislación de la ayahuasca no solamente en el estado, el país y el mundo, la ayahuasca logra estar considerada en la lista de las drogas prohibidas por la Organización de las Naciones Unidas”, remarcó.
La especialista mencionó que es un alucinógeno, nocivo para la salud, ha proliferado por todo el país, pero el problema es que no existe una legislación, porque particularmente en Quintana Roo por ofrecer el servicio para que la gente experimente el consumo de la ayahuasca llegan a cobrar hasta 10 mil pesos, en donde estos negocios hacen firmar a las personas una responsiva por si se sienten mal.
Carmen Fernández Cáceres informó que en efecto han atendido a la gente que se ha salvado de morir por consumir ayahuasca, porque les ha dado un paro respiratorio y también, hay gente que se ha quedado sicótica.
La directora nacional de los Centros de Integración Juvenil informó que venden la ayahuasca como medicamento, aunque no haya ni una base científica, pero están trabajando para que sea posible que exista una regulación sobre esta bebida, pero todo depende de la parte Legislativa. Carmen Fernández Cáceres destacó que en efecto, la ayahuasca sí puede llevar a la muerte a las personas.
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AT