Los pequeños emprendedores son los que más padecen por el incremento de los precios de la canasta básica, porque representa un alza de hasta el 20 por ciento sobre el costo del producto; sin embargo, el reto es mayúsculo para aquellos que requieren alimentos que llegan de otros países, donde adquirir los insumos es más complicado, informó la dueña de un restaurante de comida colombiana, Andrea Caballero.
La comerciante manifestó que es visible el incremento de los alimentos de la canasta básica, sobre todo cuando se está en el mundo culinario y todos los días están revisando y evaluando los precios.
Señaló que es increíble que en cuatro meses se ha visto un aumento en los precios de verduras, carnes y demás alimentos, porque apenas hace cuatro meses el kilogramo de papa era de 22 pesos y actualmente cuesta 30 pesos.
“Y eso que eres cliente y venden el precio del producto al por mayor, a veces te los dan (papa) a 28.90 pesos el kilo y solamente estoy hablando de un producto”, dijo.
Asimismo, comentó que hay alimentos que son base y que siempre la gente los va a comprar porque el tema es que si el comerciante adquiría antes un kilo de arroz por 19 pesos, ahora ese mismo producto lo consigue en 23 pesos.
La mujer dio a conocer que la comida que expende es colombiana, pero utiliza ingredientes que son la base de la comida mexicana, como cebolla, tomate y maíz, por sólo mencionar algunos.
Aclaró que en el municipio de Solidaridad ella como cualquier otro emprendedor que tiene negocio con venta de comida hace “malabares” para adquirir algunos productos, algunos los compra en los supermercados y el resto los ha conseguido con un distribuidor que les vende a precio de mayoreo.
En esta escalada del precio de los alimentos comentó que nada es más difícil de conseguir y pagar que el costo de la carne, el kilo de res lo adquiría a 190 pesos y ahora tiene que pagarlo a 210 pesos.
“El canal de puerco estaba en 50 pesos, pero ahora ya no lo consigues por menos de 60 pesos. Yo me doy cuenta del costo, por ejemplo la verdura me costaba 900 pesos y esta semana me salió en 3 mil 200 pesos”, dijo.
Asimismo, coincidió al decir, que el quintanarroense tiene que pagar por todo, hasta por el descanso que toma el camionero, que llega del Centro del país para despachar la fruta, verdura, carnes y demás alimentos, ya que Quintana Roo no es una zona de producción agropecuaria.
Finalmente, expresó que la mayoría de los comerciantes están sobreviviendo a esta crisis económica que deja el alza de los precios en los insumos, porque tampoco pueden elevar el precio de sus platillos ya que eso sería arriesgar a la pérdida de clientes, en el año en que el flujo turístico está de picada.
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AT