Una turista que optó por visitar las playas del Caribe Mexicano se llevará un recuerdo desagradable, en lugar de un simple llavero o una camiseta, pues se fue con la amarga experiencia de haber sido víctima de una estafa perpetrada por transportistas que le cobraron aproximadamente 4 mil pesos por llevarla al Centro de Cancún.
La viajera llegó a este destino acompañada de una amiga y al tener un conocimiento básico de español, creyó que podría ahorrar dinero buscando recomendaciones entre los habitantes locales y los proveedores de servicios turísticos, sin sospechar que caería en una de las estafas más comunes que ocurren en el Aeropuerto.
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Sobreventa de boletos en el aeropuerto de Cancún causa molestias en turistas nacionales
La turista, de origen asiático, denunció ante el personal de seguridad de su hotel que había sido víctima de un taxista, quien, al llegar, le cobró aproximadamente 4 mil pesos, un importe que cargó a su tarjeta bancaria, con la que ella había pagado el servicio.
Por este motivo, se acercó al personal de seguridad en la Terminal del Aeropuerto para informar que el 14 de octubre había llegado a este destino turístico y se le acercaron individuos vestidos de oscuro para ofrecerle un servicio de taxi con destino al Centro de Cancún.
Ella describió que abordó el vehículo y prefirió pagar con su tarjeta. Minutos después de subirse, notó que le habían cargado un importe inicial de cien dólares, pero posteriormente se le efectuó otro cargo y terminó pagando aproximadamente 4 mil pesos mexicanos.
La turista expresó sentirse defraudada y, por lo tanto, se dirigió al personal de seguridad del hotel para que, a través de las cámaras de vigilancia, identificaran a las personas que le habían dado un precio al subir al taxi y luego le cobraron mucho más.
No obstante, la denunciante no reportó el incidente hasta que su vuelo de regreso a su país de origen estaba a punto de despegar, es decir, cinco días después del acontecimiento. El personal de seguridad se comprometió a revisar las grabaciones de las cámaras de vigilancia.
Es importante mencionar que la afectada reconoció que, al encontrarse en un país extranjero, no informó a las autoridades en ese momento y optó por esperar hasta el final de sus vacaciones para reportar el incidente al personal de seguridad del aeropuerto.
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