Alrededor de 20 casas están en riesgo de colapso en los acantilados de la colonia Meteorológica, debido a la falta de permisos municipales para reforzar los cimientos; incluso hay una capilla católica en la zona. En los últimos 20 años, a algunos de sus habitantes se les permitió llevar a cabo trabajos preventivos.
Muchas de estas viviendas se han adaptado para rentarse a los turistas desde las últimas décadas. Los residentes recuerdan que la erosión de los acantilados, que tienen entre ocho y 10 metros de altura en esa área, se aceleró con la llegada de los huracanes Gilberto, en 1988, y Wilma, en 2005. A raíz de estos eventos, algunos propietarios comenzaron a reforzar la zona mediante la construcción de muros.
Hace dos años, un particular intentó realizar trabajos de esta naturaleza, pero su solicitud fue denegada con el argumento de que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) debía tener conocimiento y autorizarla, aunque antes no se llevaba a cabo ningún trámite y se actuaba por iniciativa propia para asegurar la integridad de las propiedades.
La iglesia católica también realizó trabajos de refuerzo en los acantilados donde se encuentra la capilla de Guadalupe en el pasado, pero ahora se requiere que se realicen de acuerdo con las leyes y reglamentos vigentes para evitar irregularidades.
Representantes de las familias afectadas solicitan el apoyo de las autoridades municipales para diseñar un proyecto completo de reforzamiento que abarque 500 metros, en el cual los tres niveles de Gobierno participen para abordar el problema de la erosión. Esto ocurre en medio de una continua caída de rocas tanto en esta zona como en otros puntos del lado este de la isla.
Estas casas datan de los años 70, y la erosión ha reducido sus terrenos en más de 10 metros en algunos casos. Se estima que el tamaño de las propiedades originales ha disminuido en un 15 a 20 por ciento en muchos casos, según lo informado por los vecinos.
El temor es que un poderoso huracán, similar a los mencionados anteriormente, pueda causar desprendimientos de rocas que a su vez derriben las casas de dos o tres niveles en la zona. En la parte Sur, aunque también hay desprendimientos constantes de rocas, las edificaciones están a una distancia mayor, al menos de 15 metros en la mayoría de los casos, a diferencia de la colonia Meteorológica, donde la distancia es de no menos de dos metros.
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HS