Todo visitante quiere llevarse el souvenir de la Riviera Maya para entregar como regalo. Sin embargo, los negocios que tienen artesanías falsas provenientes de China generan una competencia desleal para los emprendedores y artífices.
Patricio Vázquez, vendedor de estos trabajos artesanales, indicó que el trabajo artesanal que hacen los mexicanos de las comunidades indígenas es poco valorado por los empresarios que comercializan los productos y también por los compradores, quienes quieren regatear.
Explicó que este giro comercial se ha vuelto difícil en los últimos, debido a la competencia desleal que crean quienes venden presuntas artesanías que en realidad son chinas.
Como ejemplo mostró un llavero de madera, inspirado en la muñeca rusa matrioshka, la cual por la forma de las pinceladas y la pintura que le pusieron se nota que es un producto chino y no mexicano.
“Esta pieza es fácilmente detectable como falsa porque la imagen ni pertenece a la cultura mexicana, sino que una muñeca rusa”, indicó.
Patricio Vázquez comentó que es increíble el nivel de copia que tienen en China, y que el único material que no han podido igualar son las piezas de ónix.
“Las virgencitas que tengo son de resina, pero son decoradas a mano. Las encuentra en otros lados, pero no son iguales. También hay calaveras de cerámica parecidas a estas, pero tienen calcos en lugar de pintura”, explicó.
El comerciante mencionó que en las artesanías mexicanas son piezas de arte que se comercializan para adornar un espacio, pero todas guardan una historia, creencias y parte de la cosmovisión de los pueblos autóctonos, como el calendario maya, que se vende por montones, tiene un verdadero peso en la historia de México.
Aunque a simple vista todo es bonito, para Patricio Vázquez refirió que es importante que la población sea más observadora y aprenda a apreciar una pieza artesanal. El comerciante informó que la mayoría de los artesanos con los que trabaja provienen de varias partes de México, como Tonalá, Jalisco, mientras que la talavera viene de Puebla y Guanajuato; los sombreros llegan desde San Francisco del Rincón; las chamarras de franela provienen de Tlaxcala; los vestidos de Tehuacán, otros productos como bolsas, llegan de Chiapas, mientras que de Quintana Roo son pocas las artesanías, ya que sólo reciben máscaras de piedra, barro y ultimadamente los artículos de fibras naturales, que provienen de Felipe Carrillo Puerto y otras comunidades mayas.
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AT