La pobreza en Cancún sigue escalando, además el desempleo y la inflación no ayudan a combatir este fenómeno social que afecta a miles de benitojuarenses.
La pobreza, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ocurre cuando una persona tiene al menos una carencia social y no tiene los ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades; es decir, sus ganancias son inferiores al valor de la línea de bienestar.
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Mientras que la pobreza extrema implica la presencia de tres o más carencias sociales, así como la falta de ingresos suficientes para adquirir una canasta alimentaria; esto significa que el salario es inferior al valor de la línea de bienestar mínimo.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la pobreza extrema se mide actualmente cuando las personas viven con menos de 1.90 dólares al día.
Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) la pobreza se mide tomando en cuenta dos enfoques. El primero, a través de los indicadores de carencia social, que representan los derechos fundamentales de las personas en materia de desarrollo social, y el segundo de acuerdo con el enfoque del bienestar económico, que se mide a través de los factores adquiridos a partir de los recursos monetarios de la población y representados por las Líneas de Bienestar.
Datos de la Secretaría de Bienestar indican que Quintana Roo tiene una población estimada de 1 millón 798 mil 913 personas, 35.3 por ciento de las cuales tienen carencias moderadas y 9.5 por ciento vive en pobreza extrema.
Estas suman el 44.8 por ciento de la población total estatal, unos 812 mil 100 habitantes.
Además, hay 134 mil 300 quintanarroenses adicionales vulnerables por sus ingresos, mientras que el 26.1 por ciento de las personas es vulnerable a la carencia social, y únicamente 392.8 mil no son pobres ni vulnerables.
Aunque los datos son fríos en las calles de Cancún, el polo turístico más importante del país, cada vez hay más niños y mujeres trabajando en las esquinas o pidiendo limosna, y la brecha económica entre clases sociales es palpable en algunas zonas con opacidad y en el otro Cancún, el de las invasiones y palapas sin aire acondicionado.
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NR