Escasos siete años y nueve meses de prisión y una multa por 12 mil pesos, así como su inscripción en el Registro de Agresores Sexuales de Quintana Roo, fue la sentencia para Rigoberto "S", por el delito de abuso sexual en agravio de una niña, de identidad reservada, informó la Fiscalía General del Estado (FGE).
La sentencia fue impuesta durante Audiencia de Individualización de Penas y Reparación del Daño. El hecho por el que fue sentenciado ocurrió en mayo del 2022, en el poblado Chancá Derrepente, de este municipio, donde Rigoberto "S" aprovechó su cercanía familiar con la niña para cometer el delito, pues la menor confiaba en él, por lo que no tuvo capacidad de entender el hecho.
Sin embargo, al notar los cambios de comportamiento de la menor, los padres comenzaron a realizar una investigación que permitió descubrir que había sido víctima de un delito de índole sexual.
El hombre se encuentra recluido en una cárcel de Felipe Carrillo Puerto donde permanecerá recluido hasta cumplir con su condena que emitió el Juez, en tanto que la menor de edad está recibiendo atención psicológica y un acompañamiento por parte de las autoridades.
Cabe mencionar que el Registro de Agresores Sexuales de Quintana Roo es público, y en él se inscriben a los agresores sexuales del Estado, permitiendo conocer qué personas han cometido ilícitos de este tipo en la Entidad.
Por otro lado, un hecho que hasta el momento no ha sido denunciado por la lejanía del pueblo donde sucedió y ante la falta de recursos económicos por parte de una mujer de la tercera edad, quien fue víctima de un familiar lejano al robarle sus pocos ahorros cuando le brindó posada.
El delito se cometió en la comunidad Tepich, cuando la hija de la mujer denunció públicamente lo que sucedido, y que su madre no había podido denunciarlo porque no tiene manera de desplazarse a la cabecera municipal.
La agraviada fue identificada como María "R", quien pidió ayuda a las autoridades para que la apoyen para recuperar los 4 mil 800 pesos que le robaron, pues aunque no es una suma de consideración, le ha llevado mucho tiempo ahorrarla.
“El vio donde guardé mi dinero. Hasta lo de mi pensión de adulto mayor. Ese día le di oportunidad para que se quedara a dormir porque llegó de visita y cuando se fue, el dinero ya no estaba”, dijo la víctima.
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NR