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Fiscalía de Estados Unidos solicita cadena perpetua para Genaro García Luna
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Escrito por Justino Xiu
Ante la ausencia de funcionarios de la Dirección de Asuntos Religiosos del Ayuntamiento, una enardecida multitud de católicos determinó expulsar del pueblo de Tixcacal Guardia a un grupo de evangélicos que se encontraban rindiendo culto.
Los hechos se suscitaron a unos cuantos metros del Centro Ceremonial de esta localidad, uno de los más importantes de la entidad y donde prestan sus servicios jerarcas mayas, quienes son celosos de sus usos y costumbres; donde a finales del presente mes estará iniciando la tradicional fiesta en honor a la Santa Cruz.
Se pudo indagar que cerca de la medianoche, el ambiente era tenso en Tixcacal Guardia debido a que había un numeroso grupo de personas frente a un domicilio que había sido habilitado como templo para que evangélicos realizaran una celebración religiosa.
Trascendió que la gota que derramó el vaso fue precisamente que la noche del viernes, el grupo de evangélicos decidió reunirse en la vivienda de una familia que encabezaría el culto, junto a 10 personas más de la misma religión, quienes llegaron procedentes de la comunidad de Señor.
Lo anterior, causó la molestia entre los habitantes de la comunidad de Tixcacal, considerados católicos, que acuden a realizar su servicio en el Centro Ceremonial Maya que se tiene en esta localidad para venerar la Santa Cruz.
Los pobladores se organizaron para acudir al domicilio y expulsar a las 15 personas a fin de evitar que siguieran con su culto, al considerar que había sido invadido su espacio por el grupo de personas.
Más de 150 pobladores, entre los que había jóvenes y adultos, ejercieron presión para que las personas que se encontraba en su actividad religiosa salieran del lugar. Además, amenazaron con incendiar la palapa donde se encontraban cantando sus alabanzas en caso de hacer caso omiso a la advertencia.
Al sitio arribó una patrulla de la Policía municipal con dos elementos policiacos, adscritos en la localidad de Señor, para tratar de controlar la situación, quienes trataron de apaciguar a las personas que se encontraban dispuestas a hacer lo que fuera para expulsar a los evangélicos.
Fue cerca de la medianoche cuando abordo de dos vehículos salieron los evangélicos, quienes cruzaron palabras con los inconformes, incluso entre la multitud alguien aventó una piedra que hizo blanco en el vehículo, por lo que el chofer descendió para tratar que le pagaran el daño, situación que molestó a los inconformes, por lo que no tuvo más remedio que retirarse del lugar antes que la situación se complicara aún más.
Fue notoria la ausencia de los funcionarios de la Dirección de Asuntos Religiosos municipales, quienes tienen la tarea principal de garantizar el ejercicio de la libertad de culto, mediante la atención oportuna de los servicios gestionados por diversas asociaciones y deben resolver los conflictos de intolerancia suscitados en el municipio mediante la intervención concertada y el fomento de la tolerancia.
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JG