Ricardo Calderón, un hombre originario de Mexicali, lleva más de un año viviendo en la Terminal 2 delAeropuerto Internacional de Cancún (AIC), lugar que considera su casa, pues ahí es conocido por todos, desde transportistas, vigilantes hasta la Guardia Nacional y siempre está acompañado de su gato Tesla, a quien adoptó hace tres semanas.
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Mejor conocido como “Richard”, el mexicano es muy amable con todos, a veces trabaja con los transportistas para ganarse lo de su comida, pues se alimenta de la caridad de la gente y de lo que encuentra en los botes de basura o lo que le regalan los restaurantes que están en dicha Terminal.
“Llegué aquí hace más de un año, luego de morir mi esposa, nosotros vivíamos en Las Vegas, yo estaba muy deprimido, entonces mi hija decide mandarme a Cancún, llegué y me trasladé al Centro, en donde me robaron mis maletas y todos mis documentos; de ahí volví al Aeropuerto, me informé y supe que me podía quedar, desde entonces duermo y como aquí, no le hago daño a nadie”, dijo en entrevista con Por Esto!
Calderón encontró una familia entre todo el personal que trabaja diariamente en el Recinto Aéreo y aseguró que no piensa irse, al menos hasta diciembre, pues acepta que extraña a su hija y nieta que están en Estados Unidos, con quienes mantiene una comunicación constante, pues inclusive en el Aeropuerto cuenta con Internet.
“Ahora toda mi familia son los trabajadores; son muy amables conmigo, platicamos, les ayudo a traer turismo, también mi gatito me sigue a todos lados, me aseo en los baños, ahí lavo mi ropa y la pongo a secar en el parque, a veces duermo adentro y cuando hace mucho calor afuera, llevo una vida tranquila, un par de veces me quisieron desalojar los de la Guardia Nacional, pero no lo hicieron, porque nunca he hecho nada, soy tranquilo y no doy problemas”, dijo.
Richard aseguró que vivir en el Aeropuerto no ha sido tan fácil, pues a veces extraña su vida de antes, pues inclusive llegó a ser modelo y tiene una familia, pero teme volver a casa y sentir la ausencia de su esposa y que los malos pensamientos lo invadan y aunque nunca sale del Aeropuerto detalló que ha hecho muchas amistades, tanto con los trabajadores, como con los turistas, a quienes les cuenta su historia de vida.
“Yo habló con mi hija siempre, me dice que vuelva, pero no quiero, además no tengo mis papeles, fui a sacar, aunque sea miINE, pero me dijeron que tenía que tener un domicilio y mi acta, que no tengo, ya veremos que me depara en un futuro, por ahora estoy tranquilo, todos aquí me ayudan y me quieren”, concluyó.
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AA