Los integrantes de “Delfines en Cautiverio en México” y la “Alianza por el Bienestar Animal en Quintana Roo” informaron que urge que los legisladores en Quintana Roo den seguimiento a leyes que protejan la vida de más de 450 delfines en cautiverio en nuestra región, los cuales no solo sufren por el maltrato y separación de sus crías, tienen heridas por estar en agua clorada y quemaduras por la exposición al sol, así como fracturas porque los usan como animales de monta.
Además, el espacio en los que están es un grave problema de salud pública, ya que los turistas ingresan a estanques contaminados con heces fecales y hay quienes han sido atacados por estos mamíferos que están en un estrés extremo.
Las empresas que están lucrando con el sufrimiento de los delfines y otros animales en cautiverio, bajo el pretexto que generan fuentes de empleo son: Xcaret, Dolphin Discovery, Puerto Aventuras, Tulum, Akumal, los hoteles Barceló y Bahía Príncipe, entre otros, donde tienen a estos mamíferos en piscinas cloradas, con jabón y de forma someras, que tienen quemaduras y quedan ciegos por la exposición solar.
En rueda de prensa, la coordinadora de Empty the Tanks en México, Mariel Tejeda Bravo, la coordinadora de Empty the Tanks en Quintana Roo, Andrea Martínez Zamora y la diputada Maritza Basurto informaron que en Quintana Roo, existen 18 delfinarios, que forman parte de los 33 delfinarios, que hay en toda el país, sitios donde también hay lobos marinos y manatíes, es por eso que como animalistas hicieron una alianza con la legisladora, que se suma a la reforma que presentaron ante el Congreso del Estado entre otras organizaciones, para que se creen verdaderos santuarios de rehabilitación y reintegración de mamíferos marinos.
En su intervención, Mariel Tejeda indicó que son cinco puntos que están abordando para que las prácticas turísticas de tener a los animales ofreciendo espectáculos puedan migrar a una convivencia más sana para el bienestar animal y humano en su habitad natural.
Especificó como primer punto, no a la reproducción en cautiverio; No más tanques de concreto, ya que violan la ecología y la genética de la misma especie; No actividades forzadas que lastimen a los delfines, como que la gente los monte en su columna o nariz, darles besos; Que la información sea pública, ya que es secreta y no se puede ver que los animales estén en óptimas condiciones porque esconden la información y los delfinarios no la comparten con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y el último punto, es que en verdad, se hagan programas de conservación y rehabilitación, para que empiecen a ponerles censores a los animales y así constatar cómo se distribuyen en libertad.
Reveló que llevan en el país más de 33 denuncias en la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), las cuales son por la mala calidad de agua, porque los delfines defecan en los estanques en donde nadan las personas, así como se ha ocultado ataques de delfines a personas.
Por su parte, Maritza Basurto dijo “en el Congreso presenté una iniciativa para que los animales sean declarados como seres que sienten y que fueran elevados a un grado constitucional, lo cual quiere decir que todos sus derechos, están garantizados dentro del marco legal, como seres que sufren, sienten, que tienen necesidades y derechos, por muchos años se creyó que tenemos derechos por encima de ellos, para ser explotados y de aniquilarlos”.
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LV