Las condiciones actuales de la sabana de Chetumal hacen que este cuerpo de agua esté atravesando un proceso de secado; en caso de que la situación no se revierta en los próximos años podría correr el riesgo de desaparecer.
La sabana se extiende a lo largo de 15 kilómetros y se ubica a sólo 4 metros sobre el nivel del mar. Se puede vislumbrar desde el punto noroeste de la ciudad y cerca de las instalaciones del Nuevo Parque Quintana Roo hasta colindar con el ejido Calderitas.
A día de hoy, este cuerpo de agua que suele ser visitado por pescadores cuando sus niveles son adecuados para sus actividades, se ve en peligro como consecuencia de la presencia de especies invasoras y los trabajos de la obra del Tren Maya que se realizan en las inmediaciones.
De acuerdo al presidente del Colegio de Biólogos, Ruty Carlos Buenfil Magaña, una de las especies que mayor daño está causando a la sabana es la lechuguilla de agua (Pistia stratiotes), planta que se ha reproducido sin control a lo largo de esta y se le puede ver flotando en grandes cantidades en varias zonas.
Aunque en el pasado, los especialistas mantenían un control sobre esta planta, luego de que se agotaron los recursos para los trabajos, esta especie ha logrado resurgir.
Sin embargo, su presencia aumenta la evaporación del agua y reduce su calidad, ya que la oxigenación no es lo suficientemente adecuada, esto acelera el ritmo de secado y baja los niveles de líquido de la sabana.
Sumado a lo anterior, la acumulación de restos de lechuguilla y otros materiales orgánicos terminan por asentarse en el fondo del agua. Lo cual da lugar a que el agua no circule y se renueve de manera natural. Si estas condiciones permanecen, la sabana podría convertirse en un lugar incapaz de albergar vida acuática, dado que se irá secando hasta desaparecer por completo.
Por otra parte, Buenfil Magaña atribuye ciertas acciones que se llevan a cabo en la construcción del proyecto ferroviario como otro factor a tomar en cuenta en esta problemática. Debido a que el uso de material pétreo cerca de la sabana podría afectar la dinámica hídrica de esta, asimismo, la permeabilidad del suelo podría reducirse y acelerar este proceso, si no hay un plan de manejo adecuado para cuidar el ecosistema.
Ante lo cual, señala que es necesario y urgente llevar a cabo un proyecto en el que vayan de la mano las organizaciones académicas y ambientales con las instituciones gubernamentales.