Durante los meses de marzo y abril se registra un fenómeno conocido como la vaciante, el cual es provocado por los vientos del Sureste generando disminución del nivel del agua de la Laguna Conil y del mar, lo que causa preocupación no sólo a lancheros sino también a embarcaciones de transporte de pasajeros, ya que suelen dañarse las propelas; asimismo, se dio a conocer que el dragado del puerto de abrigo no se culminó en el año 2019 lo que representa dificultades para que las embarcaciones puedan salir, al quedarse atrapadas en el fango acumulado por más de una década.
Recordaron que en el 2019 se trajo una máquina para realizar el dragado del puerto de abrigo, pero sólo estuvo algunos días, el trabajo fue lento y no se culminó ya que la aparición de la pandemia por coronavirus complicó más la situación porque se suspendieron todo tipo de obras incluida esta que se estaba realizando.
Noticia destacada
Madre de pescador desaparecido en el Puerto de Chiquilá no pierde la esperanza: VIDEO
Felipe Serrano, lanchero de esta comunidad, añadió que cada año para estas fechas los fuertes vientos del Sureste provocan que el agua se aleje de la laguna unos metros y eso hace descender el nivel, causando contratiempos a las embarcaciones menores para poder salir a sus recorridos turísticos; sin embargo, las vaciantes traen otro beneficio, ya que es más cristalina el agua del ojo de Yalahau y al bajar el nivel del mar, Isla Pasión, Punta Mosquito puede apreciarse mejor.
Quienes sí enfrentan problemas para estas fechas son las embarcaciones mayores que brindan los cruces de Chiquilá a Holbox y viceversa quienes tienen que atracar en los muelles lo que les genera pérdidas económicas por los daños a diversas partes, cuando las vaciantes hacen que el agua disminuya hasta un metro en su nivel.
Representantes de estas empresas señalaron que con el bajo nivel del agua las propelas topan con el fondo marino, que prácticamente es laja (piedra) y las daña, generando pérdidas de hasta 70 mil pesos, sólo por esa pieza, además del gasto en mano de obra.
Esta semana se ha podido observar que las vaciantes comienzan a presentarse, ya que el agua se ha alejado hasta un metro y el nivel ha disminuido hasta 30 centímetros en el puerto de abrigo, lo que comienza a preocupar porque la temporada donde los vientos intensos está por comenzar y las afectaciones suelen ser mayores.
Las navieras y prestadores de servicios turísticos añadieron que es necesario que se realicen obras de dragado en el canal de navegación de manera emergente; sin embargo, las autoridades competentes deben tomar en cuenta que es una zona que requiere cortar piedra en el fondo, de modo que se trata de una enorme inversión, si llegara a ser tomada en cuenta esta obra.
La petición es añeja y ninguna autoridad, municipal o estatal, ha comenzado gestiones ante la Federación e instancias adecuadas, para conseguir los recursos y permisos y hacer el dragado en la laguna que separa el puerto de Chiquilá de la isla de Holbox.
Hasta el momento, el agua de la laguna se ha alejado hasta un metro en el puerto de abrigo de Chiquilá, siendo más notorio respecto a otras partes, debido al acumulamiento de lodo marino, por lo que al bajar lo mínimo el nivel del agua es más perceptible, señalaron los prestadores de servicios.
Agregaron que hace cuatro o cinco años las vaciantes afectaron a Chiquilá y Holbox al alejarse el agua de la laguna por varios metros causando complicaciones a las embarcaciones mayores para atracar; hasta la fecha no se ha registrado ninguna otra afectación de tal magnitud.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
AT