Mientras que el discurso oficial del Ayuntamiento de Benito Juárez mantiene la postura del retiro de anuncios espectaculares en el boulevard Colosio, en los hechos, la avenida paralela, Huayacán, ha comenzado a saturarse de estas mismas estructuras.
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A inicios del pasado febrero soplaron fuertes vientos traídos por un fenómeno meteorológico, que ocasionaron la caída de por lo menos dos de estos anuncios sobre dos vehículos, lo cual encendió los “focos rojos” de Protección Civil municipal, por el riesgo permanente que estas publicidades suponen para quienes circulan diariamente por esta concurrida avenida.
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Se anunció entonces un operativo inmediato para el retiro de los espectaculares; sin embargo, lo único que se retiró fueron las grandes lonas en las que se imprime el mensaje publicitario, dejando intactas las estructuras de lámina, hierro y cemento, que son las que en realidad representan el riesgo, en caso de desplome, para los transeúntes y vehículos.
Incluso, el titular de Protección Civil municipal, Antonio Riveroll, llegó a decir que se tenían identificados alrededor de 117 anuncios de enormes dimensiones sobre el boulevard Colosio de Cancún, de los cuales se quitaron los primeros 40 en el primer operativo, mientras que el resto serían removidos posteriormente.
La segunda parte del operativo para el retiro del resto de los espectaculares nunca llegó; por lo contrario, la avenida Huayacán comenzó a poblarse de estas mismas estructuras, las cuales ya están prohibidas en otras ciudades del país.
En un recorrido por esta arteria se observaron por lo menos 20 grandes anuncios, los cuales suponen el mismo riesgo que los que se encuentran aún sobre la Colosio, pues ambas vías son de las más transitadas de Cancún, por la oferta restaurantera y de servicios que ofrecen, así como por la conexión con el Aeropuerto y el Tren Maya.
Sergio González Rubiera, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Turismo Receptivo (Amatur), es uno de los férreos promoventes del retiro de estas estructuras; incluso encabezó hace algunos años el Comité de Imagen Urbana de Cancún, pero no logró su cometido. “Tengo 24 años denunciando este tema y solicitándole a las autoridades que los quiten todos, no que se regulen, hay que quitarlos. Es una contaminación visual creciente, cada vez hay más, están obsoletos. Fueron erradicados, desde el año 2000, y hay ciudades donde tampoco hay espectaculares; es un atentado contra el patrimonio de los ciudadanos, son un negocio y probablemente, hasta un negocio ilícito”, aseguró.
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AT