Cada vez es más común ver personas deambulando por las salas o áreas comunes de las distintas terminales del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC), generalmente extranjeros, y durante un par de días; pero no es tan normal cuando sobrepasan la semana de estancia, como es el caso de un ciudadano de Texas, Estados Unidos, quien lleva al menos ocho días “sobreviviendo” en diversos puntos de la Terminal 2, aunque cuando se le pregunta cuánto tiempo lleva ahí, invariablemente responde “just a few days” (unos cuantos días).
El hombre dijo llamarse “Mae” y aseguró que come lo que puede y únicamente cuando le invitan, pues no tiene dinero ni tampoco dónde dormir, por lo que lo hace en alguna sala o en las bancas de las áreas verdes.
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Casi siempre se le ve fumando, pues también es algo que algunos viajeros o empleados del aeropuerto le obsequian. Lleva un pantalón de mezclilla sucio, una playera gris y no suelta una bolsa de mandado de color naranja, donde lleva sus pocas pertenencias.
Aunque la mayor parte del tiempo se la pasa afuera de la terminal, de vez en cuando entra para asearse un poco y evidentemente para hacer sus necesidades fisiológicas, pero de inmediato regresa a las áreas verdes donde prefiere estar fumando, a la sombra de algún árbol.
Con respuestas muy breves y en tono amable, dijo a Por Esto! que intenta juntar dinero para comprar su boleto de regreso a Texas, que cuenta con documentos personales en su bolsa, pero evadió contestar el motivo que lo trajo a Cancún o qué oficio desempeña en su país. Sólo mencionó que tan pronto reúna el efectivo necesario, retornará a su patria.
Por su parte, el personal que en ocasiones le comparte alimento o bebida, aseguró que el viajero errante es muy tranquilo, no se mete con nadie y que casi nunca busca compañía, pues prefiere estar sólo, salvo cuando se le antoja un cigarrillo.
Por cierto, que este amigable personaje también llamó la atención de unos elementos de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar), quienes llevaron a dos compañeros a la Terminal 2, pues se trasladaban a otro punto de país.
Los uniformados lo observaron por unos minutos, mientras que el resto de las personas, sobre todo pasajeros, pasaban a su lado como si no estuviera ahí, agotado y seguramente hambriento por los días que ha estado varado.
Cabe mencionar que la Terminal 2 consta de dos plantas con tiendas de souvenirs, boutiques, restaurantes, bancos, casas de cambio, tiendas duty-free y las oficinas del Instituto Nacional de Migración y de la Administración General de Aduanas.
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JG