En el Mercado 23, hay una perrita conocida como "Paloma", quien, junto a su familia, ha sido acogida y querida por la comunidad local. A pesar de ser un perrito de la calle, Paloma ha encontrado un hogar lleno de afecto gracias a las personas que la rodean. La comunidad ha demostrado un gran cariño hacia ella y sus lomitos, brindándole no solo compañía, sino también un sentido de pertenencia que muchos animales callejeros no suelen experimentar.
Paloma ha encontrado un hogar gracias a la intervención de los habitantes, quienes la rescataron de una persona que no podía cuidarla adecuadamente. Desde entonces, se ha convertido en parte integral de la comunidad del mercado. Ha recibido atención veterinaria, incluyendo vacunas y esterilización, y ha sido bien cuidada por los residentes.
La can no está sola; sus pequeños, Negra, Chaparro, Snow, Camelia y Puma, también fueron esterilizados de manera gratuita gracias a un señor que contactó a una chica para que los ayudara. Este gesto solidario ha permitido que tanto Paloma como sus cachorros tengan un futuro más saludable.
Cada día, los lomitos son alimentados a partir de las 2:00 de la tarde, recibiendo entre 5 y 6 kilos de pollo para todos. Además, cuentan con un espacio propio en un local de venta de mazorca, donde tienen acceso a un terreno amplio que les permite sentirse cómodos y seguros.
Además, en el 23 hay cinco gatitos que también han encontrado un lugar seguro. Estos pequeños tienen sus cajitas de cartón donde pueden dormir cómodamente y protegerse del frío. La comunidad se encarga de proporcionarles su ración diaria de comida y agua, asegurándose de que estén bien alimentados y cuidados.
Es importante resaltar que Paloma y sus cachorros se han convertido en protectores del 23. En un entorno donde la localidad ha sido vulnerable a robos, estos perritos han desempeñado un papel crucial al resguardar los locales y a las personas que se encuentran allí.
Aunque algunos visitantes de fuera han expresado cierto descontento, los perros son en su mayoría tranquilos y no han causado ningún problema. Esta actitud pacífica de los animalitos resalta aún más la labor de las personas que los cuidan, quienes han trabajado arduamente para garantizar que los lomitos sean una presencia positiva en la comunidad.
Uno de los comerciantes del Mercado 23 decidió adoptar a dos de los cachorros de Paloma, brindándoles un hogar seguro y todo el amor que merecen. En el mismo mercado, se encuentra un perrito apodado Solobino, quien ha forjado una amistad con los pequeños de Paloma. Este perrito también recibe protección y cuidado tanto de los habitantes del mercado como de los bomberos locales, quienes han mostrado su apoyo hacia él.