Un gran secreto a voces es el contubernio que existe entre algunos agentes de Tránsito o peritos en la materia con personal de las aseguradoras de autos, cuando se suscita un accidente, denunciaron cancunenses.
Existen varios testimonios de automovilistas que han sido afectados, o favorecidos, y dan cuenta de las lucrativas ganancias para los elementos y las aseguradoras, sobre todo cuando hay lesionados, condicionando al agraviado a que firme un desistimiento de la responsabilidad, para que reciba atención médica.
Recientemente una mujer de nombre Cecilia H. M. fue atropellada por un adolescente, Rodrigo G., quien aparentemente la dejó tirada y huyó, pero motociclistas que presenciaron el percance alcanzaron al conductor y lo retuvieron hasta que llegaron los agentes de Tránsito y, según los testigos, la madre del muchacho sobornó a los oficiales, logrando que lo dejaran en libertad.
Por otro lado, los ciudadanos acusaron que a las compañías de seguro y las autoridades les importa lucrar con el dolor ajeno, condicionando la atención médica de las víctimas, obligando a familiares o a los propios agraviados a que firmen el deslinde de responsabilidades, en lugar de priorizar la salud.
En ese caso, la compañía Quálitas fue señalada de proteger los intereses del responsable, quien aparentemente conducía bajo los efectos del alcohol y se pasó el alto al momento del accidente.
La mujer arrollada fue hospitalizada. Sus allegados señalaron que personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) sigue sin tomar medidas para arrestar al culpable e investigar a los policías de Tránsito que lo dejaron ir.
Otro cancunense contó a PorEsto! que uno de sus familiares fue afectado por el actuar de las aseguradoras y las autoridades. “Un pariente chocó una camioneta de cara contra un coche, se bajó para ver cómo estaba la señora, ella dijo que estaba bien, pero se hizo la desmayada cuando llegaron Tránsito y la aseguradora. Llamaron a la ambulancia y le dijeron ‘te va a salir caro chavo, por las lesiones’”, dijo.
Agregó que cuando lo intimidaron con llevarlo hacia la Dirección de Tránsito llamó a sus familiares porque le querían cobran 25 mil pesos por dejarlo ir, porque previamente, el de la aseguradora y el oficial ya se habían puesto de acuerdo en lo que le pedirían.
Uno de los familiares resultó conocido de un alto mando de la Dirección y cuando llegó al lugar, alcanzó a escuchar al agente decirle al del seguro: “ya se nos cayó el negocio” y al final de cuentas ahí quedó el asunto.
El conductor se hizo cargo de los daños y los gastos médicos, que evidentemente fueron menores a la cantidad que pretendían sacarle el de la aseguradora y el de Tránsito, concluyó el entrevistado.