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Cuauhtémoc Blanco, ¿acusado de abuso sexual? Esto es lo que sabemos
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Colectivos y familiares de personas desaparecidas bloquearon la entrada y salida de Chetumal para exigir a las autoridades que realicen los trabajos de búsqueda; además, exigieron la presencia del fiscal Raciel López Salazar, asegurando que no se moverían del lugar mientras no sean atendidos por el personal de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Si bien los manifestantes permitirán el paso de vehículos cada cinco minutos, ya empiezan a formarse filas de aproximadamente dos kilómetros en ambos lados de la avenida Insurgentes; dada la situación, varios conductores han comentado a manifestar su descontento ante la protesta debido a que se ve afectado el tráfico vehicular y esto retrasa sus actividades.
El principal reclamo de los familiares es la inacción de las autoridades, pues cada día incrementa el número de personas desaparecidas y los pocos casos que han sido resueltos han derivado de la presión social hacia la FGE, no porque el fiscal tome cartas en el asunto respecto a esta problemática que tanto está flagelando a la ciudadanía.
Luego de algunas horas desde que se inició el bloqueo carretero, los elementos policiacos que se encontraban en el lugar desde entonces reprimieron a los manifestantes a base de jalones, empujones y golpes; incluso intentaron llevarse detenida a una persona, pero la presencia de los demás agraviados y los medios de comunicación impidió que esto ocurra.
Cerca de cuatro policías intentaron subirlo a una patrulla y lo mantuvieron asegurado en el suelo durante un rato para que no se levantara, sin embargo, no lograron detenerlo toda vez que algunas de sus compañeras se mantuvieron a su lado en todo momento hasta que lograron que lo suelten.
Asimismo, las manifestantes gritaban que una de las señoras también fue agredida por los policías. Tras estos lamentables hechos, las policías formaron una valla humana para que los manifestantes no puedan acceder a la carretera nuevamente.
También se percibió que una de las agentes tenía en su mano un palo de más de un metro, presuntamente, para hacer uso de él en caso de que la situación se complicara.
Dadas las circunstancias, la situación se ha tornado aún más tensa entre los manifestantes y las autoridades, puesto que ya no sólo se trata de la impotencia ante la falta de respuestas por parte de la Fiscalía, sino que se ha sumado la rabia por estos atropellos hacia su integridad, ante su ineptitud para llegar a un acuerdo con los afectados, de manera que permitieran que los automovilistas pudieran continuar con su trayecto.
