La ciudad capital de Quintana Roo está en proceso de crecimiento y desarrollo, pero en materia inclusiva todavía le falta mucho de acuerdo a palabras de gente con discapacidad.
Alberto Maldonado Blanco es un joven que se traslada en silla de ruedas y cada día tiene que pasar un peregrinar para trasladarse de un lado a otro, comentó que es muy difícil moverse en las banquetas porque no están en condiciones de albergar una silla de ruedas y se tiene que exponer al bajar a la carretera y moverse en sentido contrario al paso de los vehículos lo que enoja a muchos conductores, incluso los insultan, pero eso es algo que no toman en cuenta porque las personas con discapacidad se enfocan en salir adelante contra viento y marea.
Asimismo, agregó que en algunos lugares si existe la inclusión para personas como él, como el Boulevard Bahía, el Centro de Chetumal, pero prácticamente son lugares turísticos, ya que en las colonias y la mayor parte de la ciudad no hay rampas en las esquinas para discapacitados y tienen que hacer malabares para cruzar una calle.
Detalló que sólo se cuenta con un semáforo con la señalización de paso peatonal en la avenida Maxuxac esquina con Magisterio, todos los demás son normales y por ende el cruce se vuelve complicado.
En alguna ocasión saliendo de entrenar con el equipo de basquetbol sobre silla de ruedas, en el gimnasio Nohoch Sukun ya estaba muy oscuro, como habitualmente sucede, ya que los entrenamientos terminan a las 20:00 horas y los compañeros al igual que él tienen que desplazarse en sus sillas de ruedas y en el tope sobre la calle Nicolás Bravo casi llegando a calle Tela uno de sus compañeros fue atropellado y nadie vio al responsable al ser un tramo totalmente oscuro.
Finalmente, solicitó a las autoridades que ayuden a las personas con discapacidad, ya que es muy difícil estar librando todos los días coches, baches y banquetas para cruzar una calle.
El sentir de Alberto Maldonado Blanco es como el de muchas personas con discapacidad que transitan por las calles de Chetumal y que tienen que pasar un peregrinar para trasladarse de un lugar a otro, incluso el servicio de taxis es ineficiente y ni qué decir del inexistente sistema de transporte urbano en la capital del Estado.
Hay instancias que se dedican a apoyar a los jóvenes con discapacidad como el Centro de Rehabilitación Integral que les ayuda con los procesos de rehabilitación, pero es insuficiente, ya que en el plano urbano hay muchos problemas que atender para brindarles un espacio digno y que Chetumal sea una ciudad 100 por ciento inclusiva.
GC