Después de que se diera a conocer que el programa federal Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) se volvió constitucional, lo que implica que no puede ser desaparecido en las siguientes administraciones porque forma parte de la Constitución Mexicana, se realizó una consulta ciudadana para conocer el impacto que este programa ha tenido en los jóvenes chetumalenses que han sido becarios.
Este proyecto surgió como una alternativa para impulsar a los jóvenes mexicanos que se encuentran en búsqueda de su primer empleo, o en una situación económica complicada que no les permite estudiar y tampoco tienen trabajo, con el fin de que tras la conclusión del periodo de 12 meses que dura el programa puedan ser contratados en la empresa donde trabajaron como becarios, o que la experiencia adquirida les sirva para encontrar un empleo.
Al respecto, Carlos Patiño, de 28 años, considera que ser becario de JCF fue muy útil para él porque pudo vincularse a una capacitación relacionada con sus estudios universitarios y durante el año que estuvo ahí pudo incrementar sus conocimientos, además de poner en práctica lo aprendido durante sus años de licenciatura.
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Sin embargo, en el caso de empresas que capacitan para el aprendizaje de oficios, la beca resulta igual de útil porque se adquieren conocimientos nuevos mientras se llevan a cabo. También resaltó la importancia de poder acceder a una oportunidad laboral de manera casi inmediata a salir de la universidad y percibir un sueldo fijo durante al menos un año, que, además, puede ser utilizado como inversión para la apertura de un negocio, implementando lo aprendido durante la capacitación.
Jorge Correa, de 32 años, calificó al programa JCF como una buena oportunidad laboral con un sueldo competitivo que no hubiera podido tener en el momento en que fue becario.
Además, hizo un hincapié en que el programa ofrece la posibilidad de vincularse a centros de capacitación más de una vez, en caso de que el becario no se adapte a la empresa o cualquier situación que pueda presentarse en el transcurso de los meses.
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Por su parte, Michelle Sánchez, de 30 años, igualmente considera útil ingresar al programa para abrirse camino en el ámbito laboral, aunque en su caso no fue como un primer empleo, sino para generar experiencia laboral en empresas afines a sus estudios de licenciatura que le sirvieron al momento de postularse para otros puestos, como en el que se encuentra actualmente, debido a que difícilmente habría podido obtener esa misma experiencia por su cuenta, al no contar con los contactos necesarios para ingresar a las instituciones donde estuvo en capacitación.
Según la información recabada sobre las experiencias, los jóvenes de Chetumal han tenido diversas oportunidades derivadas del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que de una u otra forma obtuvieron herramientas para desarrollarse en el mundo laboral que ahora implementan en sus centros de trabajo.