Habitantes del fraccionamiento Américas 3 acusaron que existe un abandono por parte de las autoridades para atender la carencia de alumbrado público óptimo, la rehabilitación del parque o una vigilancia continúa en la zona.
Una de las principales áreas que señalan los pobladores que está en abandono es el parque ubicado entre las calles Quito y Asunción.
Sitio que acoge un tianguis todos los fines de semana, donde varias mujeres venden ropa, frutas y verduras, artículos como llaveros, adornos y demás.
Sin embargo, señalan que muchas veces son ellas quienes se encargan de podar o chapear el espacio, porque el Ayuntamiento no hace acto de presencia.
Así mismo, la caseta policial, que sigue sin reactivarse, es vigilada por ellas para que nadie ingrese, pues han tenido incidentes en el pasado con personas que la usan para dormir o embriagarse.
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"La policía solo viene a comer, cuando terminan se van y regresan en la tarde, (...) o si necesitan ir al baño no piden las llaves, pero no hay nadie que se quede", señaló una de las vecinas.
Además, recriminaron las condiciones de las áreas de juegos infantiles, la cual se encuentra actualmente llena de hierba y maleza, aunque, a pesar de ello, los niños y niñas de la colonia hacen uso de los aparatos, que ya demandan mantenimiento, así como las banquetas.
"A mí me da pena, porque ves jugando a las niñas con la hierba hasta aquí. Igual no sabes si hay serpientes o algo escondido", dijo otra vecina.
Doña Alma y otras compañeras del tianguis dijeron que carecen de las luminarias funcionales en algunas zonas, pues gran parte de la calle Primitivo Alonso se encuentra a oscuras, lo mismo en los cruces con las calles Asunción, Sucre y áreas más del fraccionamiento.
A pesar de las denuncias, siguen sin recibir soluciones, dejando sin una iluminación apropiada a varias familias que viven o recorren por la zona.
Por otra parte, pidieron que la Comisión de Aguas Potable y Alcantarillado (Capa) atienda las denuncias que han hecho con relación a los drenajes, no sólo porque hay varios destapados, lo cual pone en riesgo a los colonos, sino también porque hay varias zonas donde se llegan a rebosar las aguas, ocasionando un mal olor.
"El señor de la tienda de la Brasilia, siempre tiene problemas con eso. (...) Es un olor que no se aguanta, se le dice a Capa, pero pasa en varias partes", dijeron los vecinos.
A pesar de haber reportado las distintas problemáticas con las que tienen que lidiar día con día, dicen que no les dan una solución, pero esperan que las autoridades escuchen y atiendan sus demandas.