El titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) informó que los reportes por diferentes delitos cibernéticos han incrementado, al grado de que por semana la Policía Cibernética atiende entre 80 a 100 casos; la mayoría son por fraudes, pero también se han reportado otros ilícitos como el acoso cibernético, siendo estos dos los más comunes; los cuales son canalizados para que se les dé seguimiento de manera pertinente.
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De acuerdo con Julio César Gómez Torres, las denuncias por fraudes cibernéticos incluyen el llamado “fraude nigeriano”, el cual consiste en tratar de engañar a las víctimas para que ayuden al estafador a sacar una supuesta herencia del país donde se encuentra el extorsionador, con la promesa de que se harán acreedores a una suma de dinero alta, a modo de recompensa; al cual también se le conoce como “timo 419”.
Otra modalidad muy común es el secuestro virtual, que consiste en hacerle creer a la víctima que tienen secuestrada a una persona conocida o un familiar para que deposite dinero, pero en realidad no privan de la libertad a nadie, sólo se valen de audios grabados para que la persona afectada crea que realmente está en peligro la vida de la persona que supuestamente está secuestrada.
En ese sentido, el titular de la SSC señaló que cuando llegan las denuncias a la Policía Cibernética, estas son canalizadas a la Fiscalía General del Estado (FGE) para que se les dé el seguimiento adecuado a los casos, y de ahí se ha derivado en diversos cateos e incluso el cierre de establecimientos que supuestamente funcionan como call center, pero sirven como centros de operación de estos ilícitos.
Por otra parte, mencionó que es posible que el número de denuncias por este tipo de delitos haya incrementado como consecuencia de las campañas que se llevan a cabo para exhortar a los ciudadanos a que denuncien cuando sean víctimas de estos delitos, las cuales se implementan incluso desde las escuelas para evitar que los menores puedan ser víctimas, ya que los diferentes delitos cibernéticos están enfocados a diferentes edades, por lo que nadie está exento de ser víctima de un estafador.