A la vista de la misma policía municipal, hay sujetos que se dedican a delinquir y que son provenientes de estados como Tabasco, Chiapas y Veracruz, los cuales viven en la invasión 2 de Octubre y han tomado de "oficina" el parque del Centro Ceremonial Maya de Tulum.
A no más de cuatro calles del palacio municipal, en donde era llevado a cabo la ascensión de Marciano Dzul Caamal como nuevo presidente municipal, los vecinos que habitan frente al Centro Ceremonial Maya de Tulum, sitio que para los lugareños es el verdadero casco histórico del noveno municipio, se registró una gresca entre hombres alcoholizados.
“Voy a enseñar a mí hijo a ser un delincuente”, gritó un sujeto al que varios hombres lo atacaron a golpes, los vecinos al ver este hecho inmediatamente pidieron auxilio a través del número de emergencias 911, pero la ayuda nunca llegó.
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El vendedor de nombre, Domitilo, reveló que justo una patrulla cruzó por la calle Acuario Sur vio que los sujetos estaban liándose a golpes, pero ni siquiera se bajaron de la unidad para separarlos y prevenir una tragedia, sobre todo porque había un menor en medio del disturbio.
“No es la primera vez que sucede, siempre están sentados tomando sus caguamas en los arriates del templo maya, nosotros ya los conocemos, son los mismos ladrones de todos los días, ahora agarraron a uno que anda armado con un cuchillo tipo cebollero y no distingue, se ensarta a cualquiera ya sea hombre o mujer”, informó.
Con sustos y miradas expectantes, los vecinos solamente vieron cómo se peleaban los hombres que estaban enfurecidos. Cabe decir que en la pelea a puño suelto, acusaron al padre del pequeño por asaltar al resto de los briagos que estaban reunidos a una de las entradas del Centro Ceremonial Maya de Tulum.
El hombre que es acusado de ser un ladrón gritó, “pelea de uno a uno, los demás no se metan”, por lo que el resto de los hombres alcoholizados se apartaron para presenciar la pelea como si fuera una lucha de box, de la cual hasta los turistas y extranjeros que transitaron en sus vehículos sobre la calle Mercurio se quedaron estupefactos.
El pequeño que estaba a pocos centímetros de ser lastimado por los golpes comenzó a llorar, por lo que solo una empleada del Centro Comunitario La Ceiba tiró el miedo para acercarse a apoyar al pequeño, quien temblaba entre los gritos de su padre, que ya tenía la cara ensangrentada.
Por su parte, Domitilo, comentó que dicho sujeto, al cual los vecinos ya tienen identificado como un ladrón en la ciudad vive en la zona de la invasión, “siempre hace los mismo desmanes, nadie lo denuncia, ni los de la iglesia maya, todos le tienen miedo, como vemos terminaron de pelearse y el tipo siguió insultando al resto, lo único malo es que como él mismo dijo: Convertirá a su hijo en un maleante”, expresó.
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MA