A las 10:08 de la mañana de este miércoles, el trabajador de un taller de automóviles tuvo la mala suerte de no mirar hacia ambos lados de la calle y volarse el alto, generando un choque a un vehículo que no era de él, pero sí de uno de los clientes del negocio que atiende.
El dueño del automóvil que llevó al taller a reparar, jamás imaginó que la unidad que llevó a reparar terminara destrozado por el choque que ocasionó uno de los mecánicos.
Pese a que está el señalamiento de alto, el letrero es poco visto hasta por el trabajador que labora a no menos de 20 metros de éste, debido a que todos los vehículos que están estacionados en la calle 16 entre vialidad 110 impiden que los automovilistas y hasta peatones pierdan la visibilidad.
El vehículo afectado de color gris tiene el número de placas MSH-31-06, el cual como acordeón terminó delante de una camioneta de color blanco.
Después el impacto, el conductor de la camioneta de la marca Ford tipo Ranger con número de placas SZ-9725-M, descendió de su unidad sin ninguna lesión, para agilizar el reporte con su aseguradora, ya que el mecánico en cuestión, no contaba con seguro.
Tras el choque, los daños de la camioneta fueron menores y simples rasguños en comparación del Tsuru que terminó con el capo y la luminaria de color izquierda destrozada.
Cabe mencionar que, no es la primera vez que en estas vialidades estén a punto de suscitarse accidentes, ya que los talleres mecánicos dejan estacionados los vehículos en toda la periferia, imposibilitando hasta a los mismos vecinos el poder estacionar sus unidades en las puertas de sus viviendas.
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HS