En Quintana Roo, los casos de violencia familiar han incrementado durante el 2024, en comparación con el año pasado, siendo la ciudad de Cancún la que más denuncias acumula con un total de 2 mil 3 casos de enero a julio.
Los principales factores que desencadenan este tipo de agresiones son los celos o los problemas económicos en la familia.
Según las estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en su corte al 31 de julio, en Quintana Roo se han denunciado ante la Fiscalía General del Estado (FGE) 4 mil 182 casos por violencia familiar; mientras que, en el mismo periodo del 2023, se registraron 3 mil 932 carpetas de investigación, es decir, hubo un incremento de 250 expedientes.
El municipio de Benito Juárez encabeza la estadística estatal; mientras que Solidaridad registra 903 denuncias; seguido por Othón P. Blanco, que tuvo 624 carpetas de investigación por violencia familiar.
Mientras que Felipe Carrillo Puerto reportó 147; Cozumel, 110; Tulum, 93; les siguen Bacalar y José María Morelos con 77 cada uno; Puerto Morelos e Isla Mujeres informaron 52 y 32 casos de violencia respectivamente.
En este sentido, según las autoridades, los principales factores de agresión en las parejas son los celos bajo los efectos del alcohol, problemas económicos y discusiones por diversos temas, que escalan de la agresión verbal a la física; muchos hechos terminan con lesiones graves que incluso las víctimas tienen que ser trasladadas a hospitales.
Los oficiales del Grupo Especializado en Atención a la Violencia Familiar y por Razones de Género (Geavig), son el primer contacto en los casos de violencia entre la pareja o hacia los menores, y aunque al número de emergencias 911 se han reportado más de 7 mil casos entre enero y julio, estos son llevados a la Fiscalía General del Estado, pero muchas veces las víctimas desisten de continuar con las denuncias, por lo que sólo alrededor del 60 por ciento se inician las carpetas de investigación.
Por lo anterior, el número real de casos de violencia familiar sería mayor en el estado, tan sólo en la Zona Maya, de acuerdo con el Centro Integral para la Atención de la Mujer (CIAM), únicamente tres de cada 10 mujeres que son violentadas por sus parejas deciden continuar con sus denuncias, las demás optan por abandonar el proceso y regresan con el agresor.
Esto respondería a la presión social, temor o falta de recursos para seguir los procesos legales. La cultura que existe en municipios como Lázaro Cárdenas, Felipe Carrillo Puerto puede causar que las víctimas normalicen las agresiones como parte de la relación familiar.
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En FCP, la dirección de Seguridad Pública atendió durante el primer semestre del año más de 200 reportes de violencia familiar, por lo que sería un promedio de casi uno por día. En los que destacan el consumo de sustancias como principal disparador de la conducta por parte de los cónyuges o padres de familia.
Situación que se repite en José María Morelos, donde las mujeres indígenas ignorar sus derechos, por lo que al sufrir algún acto de violencia desconocen a dónde acudir para realizar la denuncia, de acuerdo con Martha Patricia Kú Martín, promotora y defensora de los derechos de la mujer en la zona.
Sobre este tema, los elementos del grupo Geavig tienen un marcador denominado “violentometro” en el que se señala como focos de alerta temprana las bromas hirientes, chantaje, mentir, ignorar o aplicar “ley de hielo”, celos, humillaciones en público o culpar; las autoridades indicaron que después la violencia escala a una segunda etapa en la que el agresor busca controlar o prohibir salidas con amigos y destruir artículos personales.
Hacer tocamientos sin consentimiento, golpear, jalar, pellizcar y decir “era jugando”, encerrar o aislar, después las agresiones escalan a una etapa donde se requiere una intervención inmediata, denunciar o actuación de las autoridades cuando hay amenazas con algún tipo de arma, amenazas de muerte, forzar a una relación sexual, violación y daños físicos severos, por lo que en estos casos la recomendación siempre es denunciar y buscar ayuda profesional.
Es importante señalar que, al ser víctimas de violencia familiar, existen diversas instancias con personal capacitado para actuar, por ejemplo, el número de emergencias 911, los elementos del Geavig, así como el Instituto Municipal de la Mujer, la Fiscalía Especializada en Atención a Delitos Contra la Mujer, por mencionar algunas.