El estado de Yucatán, no solo es la tierra del faisán y del venado. Este territorio marcado por su rica cultura, historia y gastronomía, también reúne sitios fantásticos dignos de una película de Steven Spielberg. Lo mejor es que son accesibles y se pueden visitar, siempre y cuando se realice de una forma responsable, ya que su conservación depende de los seres humanos.
Los cenotes son cuerpos de agua subterráneos que presentan características distintas. Algunos están cubiertos por enormes bóvedas, lo que evita que la luz solar ingrese a estos espacios. Otros muestran aberturas parciales, que permiten que los rayos del sol entren generando escenarios espectaculares. Por último, existen sitios en donde las bóvedas han colapsado por completo, dando lugar a espejos de agua cristalina majestuosos a cielo abierto.
Cada cenote ofrece una experiencia única y refrescante que permite estar en contacto directo con la madre tierra. Cabe destacar que estos lugares son sagrados y vulnerables, por lo que se deben seguir todas las recomendaciones emitidas por los prestadores de servicios turísticos, antes de ingresar.
Cerca de Chichén Itzá, una de las siete maravillas del mundo moderno, se ubican distintos cenotes, que representan sitios ideales para refrescarse, luego de haber recorrido la zona arqueológica, en donde el calor se percibe de forma intensa.
Cenote Yokdzonot
Se localiza a menos de 20 kilómetros de Chichén Itzá, y lleva el mismo nombre que el poblado, en donde permanece oculto. Este sitio operado por la cooperativa Zaaz Koolen Haá, que en su mayoría conforman mujeres de la comunidad, cuenta con paredes verticales de 40 metros de diámetro y 45 de profundidad.
Aquí se ofrecen servicios de estacionamiento, campamento, tirolesa, rápel, talleres de cocina, así como baño y regaderas. También cuenta con un restaurante de comida regional en donde se podrán degustar exquisitos platillos, elaborados por habitantes de la zona.
Permanece abiertos los siete días de la semana en un horario de 9:00 a 17:00 horas. El precio para ingresar a este cenote, uno de los más grandes de Yucatán, es de $70 pesos por adulto y $40 pesos para niños de seis a ocho años.
Cenote Tsukán
Tsukán Santuario de Vida, se ubica a solo diez minutos de la popular zona arqueológica. Además de un espectacular cenote de tipo semiabierto, al que se puede llegar a través de un fantástico túnel, el sitio, que abre de lunes a domingo de 9:00 a 17:00 horas, ofrece recorridos ecoturísticos y restaurante.
En el recinto, también se tendrá la oportunidad de conocer las tradicionales casas mayas. El costo de acceso por un día es de $250, y si se incluye el menú buffet o el menú tradiciones, el precio se eleva a los $510 pesos.
Cenote Lol-Ha
El cenote Lol-Ha, cuya traducción al español es "flor de agua", se encuentra a 25 kilómetros de Chichén Itzá, en el pequeño poblado maya de Yaxunah. El lugar es ideal para las personas que buscan un contacto íntimo con la naturaleza, ya que sus instalaciones son notablemente más rústicas que los sitios antes mencionados.
El recinto ofrece sanitarios, estacionamiento y renta de chalecos. Para acceder al cuerpo de agua se deberá prestar mucha atención y extremar precauciones, ya que es necesario descender por una escalera de metal empinada, con una plataforma pequeña de unos dos metros cuadrados, que se podrá utilizar para saltar al interior.
El cenote de tipo abierto, similar al de Yokdzonot, abre todos los días de la semana de 10:00 a 17:00 horas, y tiene un costo de acceso de adultos $100 y niños $50 pesos.