A la pequeña población San Manuel Kilómetro 11, ubicada a 50 kilómetros de Tizimín, la han situado en el mapa turístico por su riqueza natural, porque ofrece interesantes atractivos naturales como cenotes vírgenes, cuevas llenas de misterio e historia.
En esta comunidad local se ubican joyas naturales como los cenotes, uno de ellos es el llamado Kukulcán, cuyo nombre se atribuye a la forma sinuosa que rodea este asentamiento de agua, el lugar está habilitado para acampadas con servicios básicos, lugar de fogata y una palapa.
Al cenote se desciende por una rústica escalera de madera, no es un lugar para bañarse, más bien para disfrutar del entorno del sitio, donde se puede tener contacto con la naturaleza y disfrutar de un espacio totalmente rodeado de naturaleza en mitad del monte.
Desde el cenote Kukulkán hay un sendero de dos kilómetros que conduce al cenote Juul Kìin, llamado así por su posición alta, donde se tiene la oportunidad de avistar las aves y mamíferos como los monos araña.
Este lugar tiene encanto especial por los hallazgos arqueológicos, cabe mencionar que al cenote de San Manuel ha situado en el mapa turístico a esta pequeña población yucateca.
Museo comunitario
De igual manera, en esta comisaría se cuenta con un museo comunitario, que por la pandemia se encuentra cerrado; sin embargo, sus encargados y el personal de turismo del Ayuntamiento tienen en sus planes la reapertura.
El comisario municipal, Luis Armando Choc Kumul, dijo que en este lugar se exhibe como pieza principal una chocolatera o vertedera de agua encontrada en el cenote ubicado en la población, así como otras piezas que muestran la importancia del cacao dentro de la cultura maya.
La joven encargada del museo es Lizbeth Chi, quien mencionó que en él se muestran algunas réplicas de piezas encontradas y la historia relatada con relación a ellas.
En San Manuel hay restos óseos y cerámicos y se hallaron unas seis chocolateras, algunas fueron traídas de la actual Guatemala y Belice.
Comenta que las osamentas, los restos cerámicos y las chocolateras apuntan, según relata un documental del departamento de Arqueología Subacuática del INAH, que este cenote fue el lugar donde se depositó con honores el cuerpo de un personaje importante de la época.
Las cerámicas datan del 1 mil 500 años (antes de Cristo) hasta 1 mil 450 (después de Cristo), un periodo muy extenso de la civilización maya.
El museo se centra en la historia del cacao con interesantes réplicas de otros descubrimientos en el Petén beliceño y guatemalteco.
Investigaciones realizadas por el INAH y National Geographic también descubrieron en el cenote del pueblo un cráneo humano, además de restos de máscaras y vestigios de cerámica consideradas como las más antiguas encontradas en la península.
Asimismo, se estima que esta zona, al contar con varias fuentes de agua (cenotes) servía de paso para los viajeros y para realizar ofrendas al inframundo.
SY