El museo de El Polvorín, ubicado en la colonia del mismo nombre, es el hogar de la historia y el arte de la ciudad y pesar de sus limitantes se encuentra considerado como un centro cultural y turístico de importancia dentro de la entidad.
El edificio consta de dos partes, el primero es el cuarto del capitán y el segundo, considerado el cuarto de los soldados, la cual funge actualmente como galería para distintas exposiciones.
En la parte baja tiene la cocina mazmorra que cuenta con un respiradero llamado cifón y por consiguiente la mazmorra, en donde tiene un ventanal pequeño y dos respiraderos circulares llamados El Limonar.
Entrar al museo del Polvorín es un viaje en el tiempo de Campeche, porque en él puedes encontrarte los estilos arquitectónicos militares, civil y religiosos rememorando los mitos y leyendas que inspiraron a la sociedad campechana; tal como la historia del pozo, que se encuentra a un costado de la primera sala, donde se relata la historia de un capitán y la hija de un cacique, quien contrariaba el amor entre los dos jóvenes, y que en una ocasión se planteó la idea de matar al capitán, pero al enterarse su hija de tal intención, lo ayudó a escapar por el pozo; el papá al sorprenderlos se ofende y avienta a su hija al pozo y desde eso, se dice que las raíces del árbol que se encuentra dentro simulan los cabellos de su hija.
En su primera sala puedes encontrar la exposición del maestro campechano Francisco Segura Trueba, mostrándonos en su plástica parte de la iconografía y la idiosincrasia de las raíces mayas; narrando desde su cosmovisión el origen de la sociedad autóctona y leyendas muy características de la región como la Xtabay.
En la segunda sala se encuentra la exposición permanente de retablos en madera realizados por el artista yucateco Óscar Montores cuyas representaciones aluden a la época de los piratas y la vida cotidiana de los mismos. Obras como Victoria Bucanera, Asalto al baluarte de San Carlos, entre otras.
Con información de Xplora
SY