Cerca de la ciudad de Teapa y a unos 56 kilómetros de Villahermosa, se encuentran las Grutas de Coconá, un monumento natural declarado como tal en el año de 1988, debido a su riqueza geológica y natural.
Las Grutas de Coconá son un auténtico museo escondido en lo profundo de la tierra, pues en ellas se han encontrado restos de animales prehistóricos, como el majestuoso mamut y el megaterio, especies que vivieron en la zona hace decenas de miles de años, incluso antes que los seres humanos.
El nombre de este lugar proviene de la lengua zoque y significa “Agua Honda”, lo que hace pensar que los indígenas tenían conocimiento del sitio, aunque, oficialmente, el honor del descubrimiento pertenece a los hermanos Rómulo y Laureano Calzada, quienes hallaron el sitio en 1876.
El sitio fue explorado y estudiado posteriormente por naturalistas, quienes de inmediato se dieron cuenta del valor de este.
Dentro de las cuevas es posible encontrar estalagmitas y estalactitas que se han generado a lo largo de millones de años debido a la erosión, además de otras formaciones rocosas con figuras por demás curiosas.
La gruta de los peces ciegos
Más allá de sus formaciones rocosas, las grutas de Coconá cuentan con fauna local muy rara, específicamente, con ejemplares de peces ciegos, una especie de pescados de color blanco, casi transparente, de talla pequeña, la cual cuenta con una membrana en sus ojos, por lo que son incapaces de ver algo, mutación que habría surgido debido a la oscuridad y al aislamiento que se vive dentro de las cuevas.
Estos extraños animales viven en un cenote de 35 metros de profundidad y 25 metros de diámetro, se alimentan de las algas que crecen de manera natural en este cuerpo de agua y llevan miles de años viviendo en aquel solitario sitio.
JMCG