Localizadas a tan solo 72 kilómetros de Villahermosa, Tabasco, en el municipio de Macuspana, se encuentran las Cascadas de Agua Blanca, un parque estatal de 2 mil 50 hectáreas para disfrutar de las cristalinas y refrescantes aguas en medio de la selva.
A pesar de la enorme extensión con la que cuenta esta reserva natural, solamente una pequeña fracción se encuentra abierta al público para actividades ecoturísticas, con el objetivo de garantizar la conservación de Agua Blanca.
Actividades
En Agua Blanca hay una actividad para todos, por lo que posible relajarse en el agua, nadar, explorar por los diferentes senderos que llevan a la selva, observar a la flora y fauna nativa del lugar, hasta practicar deportes extremos como el descenso en rappel.
También se pueden explorar las diferentes grutas y cavernas que existen en Agua Blanca, sin embargo, para esta actividad es necesario llevar equipo especial, tales como lámparas, cascos y calzado antiderrapante.
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Las grutas más importantes son la de Agua Azul y la de Ixtac-Ha, esta última bautizada en honor de una mítica princesa maya.
Entre los animales que se pueden observar aquí, se encuentran el exótico tepezcuintle, el famoso mono aullador, el mono araña, el imponente jaguar, el tigrillo, el venado cola blanca, puerco de monte, así como diversos reptiles y aves, entre los cuales destacan loros.
Servicios en las Cascadas de Agua Blanca
A pesar de ser un parque estatal dedicado a la conservación, Agua Blanca también cuenta con comodidades, tales como albercas, chapoteadores, estacionamiento, asadores para un día de campo, restaurantes que ofrecen platillos de la gastronomía local, vestidores y sanitarios.
Un poco de historia
El 19 de diciembre de 1987, el gobierno de Tabasco decretó a las Cascadas de Agua Blanca como Área Natural Protegida, con el objetivo de preservar a la flora y fauna del estado de la actividad humana.
JMCG