Desde el 2003 existe el riesgo de mortalidad de los arrecifes en el Mar Caribe, ecosistemas que están en la Península de Yucatán. Sin embargo, en un estudio regionalizado, el Sistema Arrecifal “Alacranes”, frente a la costa del Puerto de Progreso, podría convertirse en un refugio de especies marinas caribeñas.
Las investigaciones realizadas en el Laboratorio de Ecología de Ecosistemas de Arrecifes Coralinos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Unidad Mérida, revelan que “gracias al aumento de las temperaturas por el cambio climático, los fenómenos como El Niño (…) lo que nosotros hemos experimentado en el ambiente, también se refleja en el agua”.
“Lo riesgoso de esto para los sistemas arrecifales en el Caribe, es que las épocas de calor son cada vez más intensas y más extensas. Cada vez se alargan los periodos que se presentan. Si en los ochentas, sólo había un día de mucho calor en el agua, ahora puede extenderse de siete u ocho días”, explica el doctor Jesús Ernesto Arias González, fundador del Laboratorio de Ecosistemas de Arrecifes y miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
El calor en los sistemas de coral acelera el proceso de “blanqueamiento”. Este fenómeno hace que el coral se estrese y que el tejido coralino llamado “Polipos” pierda unas pequeñas algas conocidas como zooxantelas “que son las que hacen que tengan color y vida”.
Según un estudio realizado dentro del marco de la tesis doctoral del estudiante Israel Muñiz Castillo, hasta 1998 tenían identificado que las semanas de mayor calor en 1998 iban entre agosto y noviembre; los periodos han aumentado y, hasta 2015, fecha donde tienen disponibles los datos, la temporada de calor en el mar Caribe puede extenderse de inicios de agosto hasta principios de enero.
Datos del Panel Internacional de Cambio Climático y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) mencionan que la “temperatura superficial marina incrementó 0.11 grados Celsius entre 1971 y 2010 por cada década”; mientras que, en 2015, calculó que la temperatura media nacional de las aguas mexicanas “fue de 22.1 grados Celsius, 1.1 por arriba del periodo 1981-2010”, considerados los números más altos desde 1971.
Abrigo acuático
El Sistema Arrecifal “Alacranes” es un Parque Nacional declarado el seis de junio de 1994 y está a 140 kilómetros del municipio de Progreso en Yucatán con una extensión de 26 kilómetros de largo y 18 kilómetros de ancho. Los investigadores han descubierto una mejor reacción de los corales en este arrecife.
“El estrés por calor es un proceso de regionalización y es extremadamente importante porque nos muestra que no todas las áreas de arrecifes coralinos están sometidas a las mismas temperaturas. (…) Observamos que los corales en esta región de Yucatán reaccionan mejor al estrés por calor, sobre todo los organismos en una profundidad media y baja”, agrega.
Los hallazgos del cuerpo académico es que “toda la vida coralina, a profundidad alta, reacciona mal al estrés por calor (…) y es más vulnerable”.
El “privilegio” del Sistema Arrecifal “Alacranes” no sólo representa “una ventaja turística que da grandes y bellos paisajes de forma extensa (…) también se convierte en un santuario de conservación de vida marina, que resiste al cambio de las temperaturas y podría convertirse en un área de experimentación para rescatar especies que en otras áreas del Caribe están en peligro”.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Alacranes viven especies como “el mero, pez papagayo, arlequín, cardenal, mariposa, ángel, doncella, cabra (…), calamar, raya, tiburones, tortugas, langostas y un número elevado de moluscos”.
Esta región del Banco de Campeche tiene una relevancia histórica pues desde el siglo XVI se tiene registros de encallamientos de barcos como el del capitán Gonzalo Guerrero.
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JG