PROGRESO, Yucatán, 14 de octubre.- El Pbro. Juan Ismael Sánchez Domenzaín clausuró en las misas los trabajos realizados durante la Semana de la Familia 2018 en la parroquia de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y San Telmo de este puerto.
Con el lema “Familia, ¡salgamos al encuentro de nuestros hermanos!”, el sacerdote realizó una oración por todas las familias del puerto de la capilla del Divino niño y del Sagrado Corazón de Jesús” y desde luego de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y San Telmo del municipio.
Explicó que los trabajos que se realizaron con las familias alrededor en la parroquia y capillas fue un éxito gracias a quienes participaron, con la finalidad de unir a las familias de Progreso y la comisaría de Chelem.
“Con los testimonios vivos de los participantes debido a que la Iglesia no son solamente los obispos, sacerdotes y presbíteros, sino que somos todos, en esta Semana de la Familia se crearon y renovaron los procesos de servicios de la Pastoral Familiar, comunitarios y misioneros, como camino de superación, mediante momentos de reflexión, oración y diálogo, en los que confrontan sus actitudes autorreferenciales y de pensamiento débil, redescubriendo su vocación de pueblo de Dios”, agregó.
“Como parte de la familia de Dios, para ser una comunidad atractiva a las familias más alejadas, por eso es necesario ahora salir al encuentro de nuestros hermanos.
“De esta manera confrontar actitudes de pensamiento débil sobre los criterios que rigen nuestra vida familiar, que son los que nos propone el Evangelio, ser familia en salida, es ser familia en misión; la vocación de la familia en medio de un núcleo de técnicas de publicidad y mercadotecnia, perfeccionadas en su alcance psicológico sobre las personas, con su insistente repetición y afirmaciones sin argumentos objetivos y con un lenguaje tendenciosamente confuso sobre conceptos básicos.
“Y es que en los temas de matrimonio, pareja, sexualidad, filiación, justicia y derechos humanos, coartan y manipulan la libertad de pensamiento de la persona, ganando su confianza y sometiendo su conciencia a sus dictados”, afirmó.
“Lo anterior porque la mayoría de los bautizados no está profundamente evangelizada, al no regir su vida con los criterios del Evangelio, sino más bien contradiciendo su fe, siguiendo los antivalores del mundo.
“Los procesos catequísticos avanzan para formar personas, familias y comunidades maduras comprometidas con la fe, la búsqueda de la trasformación de las estructuras sociales con la solidaridad, más allá de la colecta para el apoyo de la Iglesia.
“Con la mirada puesta en Jesús, concluyó la Semana de la Familia, muy productiva en la Parroquia de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y San Telmo, en la Capilla del Divino Niño y Sagrado Corazón de Jesús, en medio de misas, reflexiones y talleres familiares”, finalizó.
(Julio Jiménez Mendoza)