Jesús Solís Alpuche
Días pasados en la octava Asamblea Nacional de El Barzón-ANACC, expuse que:
- En los últimos 30 años hemos resistido el impacto de las políticas públicas neoliberales y su modelo excluyente, selectivo en el desarrollo a favor del empresariado y sus megaproyectos depredadores del ambiente y de despojo, porque priorizan la ganancia en dinero, frente al equilibrio ecológico y conservación de nuestros recursos naturales, más valiosos para la sanidad de la vida.
- Yucatán, en el Sur-Sureste de nuestro país, región donde se encuentran las reservas más importantes de la biosfera y gran parte de las culturas milenarias de nuestros pueblos originales, sólo se toma en cuenta para la extracción de esa riqueza, entre la que se encuentra el agua, el petróleo, selvas, así como lugar de recreación para el turismo internacional, que sólo beneficia a las grandes corporaciones y a las cadenas turística del extranjero.
- Dentro de este marco, en el que más de 30 millones de mexicanos decidimos cambiar el modelo de desarrollo neoliberal, depredador y violento; en El Barzón y el Movimiento M-18, CONSIDERAMOS que: a partir del 1.º de diciembre, ya no sólo tenemos que pensar en el fortalecimiento de nuestro proyecto como alianza nacional agropecuaria, entre comercializadores y consumidores, sino que, fundamentalmente, hemos de pensar en nuevas estrategias en la producción y la distribución del producto de nuestro trabajo, que implique transformación y consolidación de la producción en el campo mexicano, para la soberanía alimentaria con un desarrollo comprometido con la sustentabilidad humana y ambiental.
- Los cambios propuestos en el nuevo proyecto de nación, que en el Sur-Sureste del país propone el nuevo gobierno, implica una gran transformación de visión social y política. Es importante decir que el sistema impuesto desde 1940, radicalizado en los años noventas, a favor del empresariado capitalista y la privatización de la riqueza del Estado-nación mediante la extracción de nuestros recursos en la región, no sólo afectaron nuestros ecosistemas, sino también nuestra moral social y política, hasta tocar fondo para el rechazo que la gran mayoría de yucatecos y mexicanos decidió en la elección pasada, votando por el cambio en el modelo de desarrollo.
Fue un acierto de las organizaciones sociales y de la izquierda, que luchan en gremios, asociaciones civiles, productivas, ambientalistas del campo y la ciudad, apoyar la alianza “Juntos haremos Historia”, que integró un gran movimiento electoral multiclasista, que conjugó factores y rompió el marasmo electoral, que dio a la Izquierda una nueva y esperanzadora mayoría política en México.
En esta coyuntura en que también tenemos mayoría en el Poder Legislativo y el próximo 1.º de diciembre, Andrés Manuel López Obrador recibe la Banda Presidencial, nuestro país vislumbra la oportunidad única de una 4.ª Transformación política en beneficio social; que cambie el modelo económico de desarrollo neoliberal que sigue perfeccionando sus formas de explotación, ya no sólo de los pueblos, sino también de nuestro patrimonio territorial.
Consideramos la importancia necesaria de acompañar al gobierno de López Obrador con una participación y organización social constante, crítica y propositiva, comprometida y clara en nuestras demandas, para hacer realidad los compromisos en la nueva etapa de reestructuración de la política nacional; por lo que es necesario renovar nuestras alianzas de organizaciones y movimientos sociales, así como con personas cuyo objetivo principal sea la regeneración de las prácticas políticas, sociales y económicas en la región y el país. Impulsemos una nueva identidad política en común, con la claridad para distinguir la necesidad del Cambio Verdadero que debe reflejarse en la lucha por mejores condiciones de desarrollo económico y social para todos.
La herencia neoliberal es de un enorme rezago social y productivo que abarca varias décadas, por lo que las banderas de lucha y las demandas son bastantes y tantas como las necesidades de transformación. Sin embargo, nuestro Objetivo debe ser muy claro y preciso: Seguir luchando por el Cambio Verdadero en la reorientación económica del país.
Frente a la responsabilidad con que debemos afrontar esta coyuntura, la propuesta fundamental, que prevaleció en la octava Asamblea Nacional de El Barzón-ANACC, es la de reagrupar, necesariamente, y conducir la fuerza social y política hacia un solo objetivo: La Transformación Profunda del Estado Mexicano, del Pacto Social que le dé sustento y legitimidad de largo plazo, que lo dote de una base productiva, para la satisfacción de las necesidades de bienestar nacional; y que empecemos a regenerar competitividad al interior y exterior del país para el reconocimiento de nuestra nación en el contexto internacional, no sólo por su patrimonio histórico y cultural, sino también por su potencialidad económica, que parte del ejercicio en el trabajo de un pueblo y gobierno ejemplar. El Barzón propone marcar cinco ejes rectores que consideramos imprescindibles, en los cuales podemos coincidir para construir una propuesta política clara que logre dar identidad al movimiento social (los que publicaremos en su oportunidad), para poner a consideración de la ciudadanía, así como de los gobiernos federal y estatal.
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