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Oscar Sánchez Flores, doctor en ciencias económicas, consultor y especialista en modelos de transporte, y profesor de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, dijo ayer que en Mérida debería priorizarse el uso del transporte público con infraestructuras adecuadas, porque los que hoy solamente tienen como opción el transporte público están condenados a esperar en el sol o en la lluvia, en las filas para usar ese servicio porque no les alcanza para más, pero no es una opción para mover más personas.

Y agregó:

–Las demás personas están prefiriendo irse a utilizar el automóvil, y eso genera problemas de congestión y todos los problemas de contaminación, y demás, por eso se requiere todavía más infraestructura para hacer más competitivo el transporte público y que la gente lo vea como una opción para todos, no solamente para los que no cuentan con dinero suficiente para comprarse un carro y pagar su gasolina.

Señaló asimismo que para acabar con el mal servicio que los concesionarios de las rutas de pasajeros dan a los estudiantes, el Gobierno del Estado debe entregarles directamente a éstos el subsidio, porque así no tendrían que esperar horas a que les manden un camión para llevarlos, ya que no lo verían como un favor, sino un como un negocio.

Asimismo criticó los excesivos transbordos y colas que se tienen que hacer con el sistema actual del transporte de esta ciudad, propuso una reingeniería de rutas, y criticó la competencia que actualmente existe entre los camiones y las camionetas o combis, porque reflejan la falta de planeación y racionalización del transporte.

Entrevistado en el marco del Primer simposio sobre movilidad sustentable que presentaron ayer en el Centro de Convenciones Siglo XXI la empresa DINA y la Comey, y que fue inaugurado por Karen Miguel Karam Espósitos, director de esa dependencia del Gobierno del Estado, Sánchez Flores dijo que vino a presentar un diagnóstico que “es una radiografía de la situación del transporte en Mérida en el año 2017, situación que se ha ido deteriorando todavía más”.

Demasiados transbordos

Y agregó:

–En general tenemos en Mérida un sistema de transporte cuya estructura genera demasiados transbordos, por el hecho de que muchas de las rutas llegan al centro y ahí transbordan los pasajeros y toman otras rutas. Entonces las filas que vemos luego ahí en el primer cuadro de la ciudad, se deben a una incompatibilidad entre las frecuencias de diferentes rutas. Entonces la gente llega al punto y luego tiene que esperar a tomar la otra ruta. Entonces eso se puede resolver a través de una reingeniería de rutas.

Por otro lado, tenemos un problema de competencia entre un sistema de camionetas de baja capacidad y un sistema de autobuses de alta capacidad que están en competencia, y eso genera el uso de demasiados recursos para realizar la misma función. Entonces dado que el costo de inversión y operación de una camioneta es más bajo que el de un camión, ahí hay un problema de desequilibrio que se tiene que compensar, porque la tarifa en camionetas y autobuses es la misma.

–¿Entonces la tarifa en camionetas debería ser menor?

–Sí, pero el tema es que si la haces menor, entonces si de por sí prefieren las camionetas porque van más rápido, entonces nos vamos a llenar de camionetas y vamos a tener ahora un problema más grave de congestión.

–Pero justamente, la tarifa de la camioneta debería ser menor, porque gasta menos, ¿no?

–Exactamente. Técnicamente debería tener una tarifa menor, y quizá en un sistema completo, pues hacer la distribución de esos ingresos según los costos de operación de cada uno de los tipos de transporte. Y a lo que vamos es a una racionalidad, en donde haya rutas que tienen alta capacidad, bastantes pasajeros, pues tienes que utilizar un vehículo más grande, y donde haya rutas con poca demanda, pues tendría que ser vehículos más pequeños. Eso en un sistema coordinado, optimizado vamos a decir. Entonces eso podría mejorar muchas situaciones, y hacer menos evidente el problema de los costos de operación de los diferentes sistemas de transporte.

Concesionarios descapitalizados

–¿Qué otro problema ve en el transporte de pasajeros de Mérida?

–Que tenemos un sector de los concesionarios descapitalizado principalmente los de los autobuses, porque los costos de inversión son de alrededor de un millón y medio o dos millones de pesos, según el modelo del vehículo, y la tarifa que se mantiene estable y los costos de los combustibles que han ido en aumento. Entonces casi ha aumentado como un 70 % en los últimos 4 años el precio de los combustibles, hoy está en 20 pesos por kilómetro. Un autobús rinde 2.5 kilómetros por litro. Entonces eso hace que si dividimos 20 entre 2.5, por cada kilómetro que recorre un autobús son 8 pesos. De ese modo tiene que llevar por cada kilómetro al menos un pasajero para recuperar nada más el costo de los combustibles, y faltan todos los demás. Y eso ha llevado a que los que tienen autobuses solamente puedan pagar la operación, si acaso, pero no les queda para renovar las unidades, lo que lleva a un deterioro de las unidades y a un envejecimiento del parque vehicular, que ese es otro de los problemas que estamos observando.

Y la gente dice: “Bueno, ¿yo por qué tengo que pagar 8 pesos por un autobús que se va deshaciendo, al que le entra agua por todos lados, que tiene huecos en el piso y los asientos están en mal estado?”

Es por lo mismo, que hay un problema ahí de desequilibrio financiero.

Entonces por mencionar, son tres elementos de este diagnóstico que son temas que se deben de resolver.

Otro asunto que ya más o menos se debe de resolver o se está resolviendo con el Situr en la primera etapa es el de las paradas establecidas, que es ya un gran avance. Eso permite reducir los costos de operación, porque ya no tienes que esta frenando y acelerando y afectando el consumo de los combustibles además del desgaste de los vehículos.

Dar el apoyo directamente a los estudiantes

–Dr. Óscar Sánchez, yo veo que en las mañanas y en las tardes hay cientos de estudiantes esperando el camión a veces bajo la lluvia, a veces bajo el sol, por ejemplo aquí en el Tecnológico, y en las facultades de la UADY, etcétera. Y el camión no llega….

–Ese es otro asunto, el asunto de los incentivos para cubrir las tarifas. Entonces el concesionario dice: Bueno, pero si con 8 pesos no me alcanza, menos con 3. Entonces por eso dice: Bueno, pues una ruta que es de solo estudiantes, mejor no la atiendo y atiendo una ruta que tenga la tarifa de 8 pesos. Entonces ese es un tema que se tiene que resolver: los subsidios deberían de ir no para que los pague el concesionario, sino la autoridad pública debe de absorber esos costos, y decir: Bueno, pues tú concesionario el usuario te va a pagar tres, pero yo te voy a pagar los otros 5. Y entonces va a ver cómo en esa ruta se van a pelear por prestar el servicio.

–Pero si se le pagara por cada pasajero sería difícil de contabilizar.

–Exactamente: o mejor hay que darle el apoyo directo al estudiante, ¿no? Sabes que hay muchos apoyos actualmente, entonces decir: Bueno, pues estudiante tú vas a la escuela, demuestras que necesitas y usas el transporte público, bueno pues aquí está tu apoyo mensual para que pagues tu transporte público.

Y entonces el usuario estudiante va y paga su tarifa de 8 pesos, y lo mismo sucede con las personas de la tercera edad, las personas con discapacidad y demás, que tienen el mismo problema de que no los quieren subir, porque hay un problema de cómo el concesionario verifica que efectivamente se trata de un estudiante o se trata de una persona con discapacidad o de la tercera edad. Entonces como eso es complejo de controlar, porque hay un tema de tecnología a resolver para que haya una correspondencia entre quien realmente requiere el servicio y lo paga, y el número de pasajeros que puede reportar el chofer a la empresa. El cabeceo que le llaman. Entonces el chofer dice: Yo vendí 50 boletos de a 3 pesos. ¿Pero cómo sabes si no fueron de 8 pesos los que le pagaron y él se quedó con el resto?

–Por eso le dan pocos boletos para estudiantes y cuando están las colas por ejemplo en el tecnológico o en otras escuelas, aunque lleven horas esperando, pasa el camionero y aunque lleve vacío el camión, no sube más que a 10, porque no tiene más boletos para ellos…

–Ese es un problema de organización y control, que se puede resolver fácil.

–¿Dándole entonces el subsidio al estudiante y no al camionero?

–Sí, es un subsidio directo y transparente, porque el concesionario dice: A mí me pagas lo que es la tarifa completa, y yo no tengo ningún problema.

–Además hay estudiantes que necesitan ir a la escuela el sábado, a veces hasta el domingo tienen que salir a hacer algún trabajo, y los choferes no les aceptan la credencial con la que pagan menos, porque les dicen: No, hoy no hay clases. Y el estudiante sale afectado.

Trompas mortales

–Otro caso que tenemos aquí en Mérida es que hay muchas personas atropelladas porque los autobuses tienen trompa y los choferes no ven a las personas chaparritas que cruzan junto a ellos.

–Esas son parte de las especificaciones técnicas que debe de tener la autoridad. Precisamente para reducir el tema de los accidentes y mejorar el servicio. Pero el concesionario lo que te dice es: “Oye, con la tarifa que me das no me alcanza para comprar autobuses panorámicos, sino sólo los trompudos, y si quieres que yo ponga el motor atrás y tenga una vista panorámica, pues no me alcanza”.

Entonces el gobierno dice: “Este es el lineamiento por las razones como esta de seguridad, y aquí está la diferencia para que sean autobuses de este tipo”. Eso se puede hacer.

–Hay otro problema, que muchas veces en la noche el autobús no hace la última corrida,

–Esos son los temas que se deben de regular, y esas son las consecuencias de que no haya una evaluación donde todo el mundo esté de acuerdo o sea transparente al menos de los costos del transporte. Entonces el concesionario dice: Oye, es que con esa tarifa yo nomás puedo dar 150 kilómetros, ¿Entonces dónde voy a sacrificar? Ah, pues al inicio, al fin y en medio, ¿no? Que no hay tantos usuarios. Y dónde voy a mantener los servicios, ah, pues en las horas pico, porque ahí sé que se va a llenar el autobús y me sale rentable el negocio: Entonces es parte de lo mismo.

¿Entonces por qué no dan el servicio? Porque no me alcanza. Tengo que pagar. Si voy a la universidad, son 25 kilómetros, por 18 pesos que me cuesta el kilómetro, vamos a decir son 400 pesos que tengo que gastar. A 8 pesos la tarifa, necesito llevar 50 personas, lleno. Y nada más llegan 10. Entonces dice: Pues sabes qué, no sale el negocio, y no doy el servicio.

–¿No sería mejor que se municipalizara el transporte?

–Esos modelos existieron hace 20 años y se llaman de producción directa, pero vuelve el mismo problema, que el gobierno tiene ineficiencias para operar sistemas que puede privatizar. El concepto es: Todo lo que sea rentable, lo puedes privatizar. Entonces qué es lo que se vio anteriormente: que el dinero como es público, nadie lo cuida. Si hay más choferes y doy más vueltas que las necesarias, no pasa nada. Hay una sobreoferta del servicio y unas ineficiencias en los costos.

–Bueno, con un gobierno honesto no tendría que pasar eso, ¿no cree usted?

Se eleva el conocimiento del tema

Finalmente Oscar Sánchez Flores señaló:

–Me parece muy útil poner un mismo nivel de información para todo el mundo, porque a veces hay autores que sin tener todos los elementos opinan; entonces creo que este tipo de ejercicios permite tener este tipo de información, y tener una sociedad más informada y más participativa. Y qué bueno que medios como POR ESTO! se preocupan en el problema, ya que esto va a generar una masa crítica al final y va a elevar el conocimiento del tema y va a haber más gente que hable del tema, y que encuentre soluciones.

(Roberto López Méndez)

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