Yucatán

Suelo y agua en Yucatán, altamente vulnerables

El tipo de suelo de Yucatán permite que todo se filtre al manto freático, lo que lo hace vulnerable a la contaminación de desechos humanos, industriales y químicos, entre otros, advirtieron ayer expertos que participaron en el Foro del Agua auspiciado por la Iglesia Católica.

Héctor Estrada Medina, investigador en suelo y agua de la UADY, describió el suelo y el agua del Estado y las razones por las que son vulnerables; Jesús Alfredo Araujo León, investigador en la Facultad de Química de la UADY, demostró la presencia de plaguicidas en leche materna y la incidencia en cáncer cérvico uterino por residuos de herbicidas y plaguicidas en el agua.

“Partamos de lo que hay que saber para poder cuidar el agua de Yucatán. Tenemos que el 53 por ciento de los suelos son pedregosos; entonces, en un corte de 25 centímetros tenemos suelo y luego roca. Los suelos provocan muy buena filtración y cuando llueve se filtra rápidamente.

“En una sascabera no toda la roca es igual, tiene diferentes propiedades y a veces hay suelo que son como popotes que dejan pasar lo que arrastre el agua. En una sascabera hay laja, sascab y coqui; después de todas las piedras está el acuífero. Tenemos un suelo kárstico, que son rocas relativamente solubles, todo esto hace que haya filtraciones que llegan directamente al manto freático”, dijo Estrada Medina.

Errores

Destacó que en Yucatán no tenemos corrientes de agua superficiales como ríos o lagunas, lo que se tiene en el Estado solamente son los cenotes y representan una salida que tiene el acuífero a la superficie.

“En la Conagua nos tienen como la Cuenca Hidrográfica número 12, pero Yucatán no es una cuenca, porque una cuenca es cuando hay montañas alrededor y escurre el agua. Aquí no hay, aquí hay corrientes de agua debajo del suelo, pero administrativamente nos consideran así”, dijo.

En su participación en el foro, comentó que las aguas subterráneas están conectadas y tienen corrientes que se dirige a la zona de cenotes y desde los cenotes se va hacia el Oriente, hacia Dzilam y otro al Poniente, hacia Celestún.

“Si tiro contaminante aquí en Ticul, se va a Maxcanú, en realidad los puntos de contaminación en la Península son cualquiera. No tenemos ríos, lo que tenemos son cenotes, se estima que son de 8 mil a 10 mil, hay una vulnerabilidad del acuífero”, dijo ante los asistentes.

Mega granja y otros

Mostró un mapa del Estado donde se observa la vulnerabilidad de contaminación, actualizado por la operación de la mega granja de Homún y explicó que la vulnerabilidad está relacionada con los cenotes.

En el mapa se ve que la mayor concentración de granjas está en la zona de cenotes con poblaciones de 48 mil a 96 mil cerdos en algunas zonas.

“Reflexionemos no sólo en lo de los demás, sino en lo nuestro. No hay sistema de tratamiento de aguas en Mérida. El acuífero es vulnerable. Hay bancos de materiales, las sascaberas son usadas como sumideros o tiraderos, fecalismo al aire libre. Hay un ineficiente tratamiento de aguas. Hay fosas sépticas, 130 mil en Mérida con descargas en acuífero, hay una disposición inadecuada de residuos sólidos y uso de fertilizantes y pesticidas no autorizadas”, dijo.

Cáncer, filtración de químicos

En su oportunidad, el investigador Jesús Alfredo Araujo León planteó que el uso de plaguicidas por la ganadería y agricultura deja residuos químicos que permanecen en el suelo por largo tiempo.

“Hemos encontrado hormonas. En algunas partes del mundo está prohibido el uso de estos productos, pero en México no es controlado y hemos detectado una relación de los residuos con el cáncer cérvico-uterino y la leche materna”.

Sin embargo, con base en una encuesta, se detectó que el 88 por ciento cree que los agroquímicos no contaminan. El 87 por ciento cree que el viento se lleva los agroquímicos. El 94 por ciento cree que no contaminan aguas subterráneas; 82% cree que los agroaquímicos no contaminan el suelo; 66% cree que no dañan la salud humana.

Resaltó que el DDT está prohibido como si fuera cocaína, como si se portara cocaína, pero no se aplica la ley y se ha encontrado en los plaguicidas.

“En el Anillo de Cenotes, en 70 cenotes encontramos plaguicidas y DDT en épocas de lluvias. Y el nuevo peligro es el glisofato, el herbicida y por ahora revisamos el glisofato en Río Lagartos“, concluyó.

(Verónica Martínez)