Yucatán

Delfín Quezada DomínguezHomenaje y reconocimiento

En el marco del 48 aniversario de la fundación de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de Yucatán, se le rindió un merecido homenaje a Don Romeo W. Frías Bobadilla, cronista vitalicio de la ciudad y puerto de Progreso. Con mucho entusiasmo y humildad, Don Romeo recibió de manos del Rector de la Máxima Casa de Estudios, José de Jesús Williams una constancia por su valor como humanista que ha fortalecido la identidad costeña.

Muy a su forma de ser y hacer las cosas, don Romeo expresó varios pensamientos que calaron muy hondo en el espíritu de los universitarios, entre éstos, cuando señaló con firmeza “que las personas deberán trabajar y cumplir su cometido en esta vida hasta el último momento”, pensamiento con tintes filosóficos que nos dejó mucho para reflexionar. Además, acompañado por su hijo Jorge, Don Romeo demostró una capacidad de expresión y de memoria fuera de lo común, recordando pasajes de su infancia con la Dra. Celia Rosado Avilés, ya que los abuelos de nuestra Directora de la Facultad, el Sr. Luis Avilés y la Moza Trujillo fueron vecinos y muy amigos de la niñez de nuestro cronista.

Fue un lujo y un placer platicar por momentos con Don Romeo, quien hizo la comparación de las diversas identidades que han tenido a lo largo de la historia nuestro puerto, pues su compromiso desde que comenzó con sus primeros escritos es dar a conocer los rasgos que enorgullecen la cultura e historia, así como el fortalecer a las nuevas generaciones, vinculando el conocimiento histórico con la actividad económica y cultural de Progreso.

“La identidad como tal nos sirve para amar y cuidar nuestro municipio. A través de dar a conocer la historia, tradiciones y costumbres se fortalece el orgullo de ser progreseño, para el cuidado y preservación de nuestra tierra, y con esa responsabilidad mostramos la historia básica de nuestro municipio”, nos comentó en un momento de su plática.

La titánica labor de Don Romeo ha sido constante, pues ha sabido juntar todo esto por medio de sus safaris o recorridos por la zona, y sus crónicas han logrado subrayar la importancia de ser de Progreso y de la costa. Lo increíble es que toda esta labor valiosísima la ha hecho por amor. Lo interesante e injusto a la vez, a nuestro cronista como a todos los cronistas –debe haber alguna excepción- no hay quien les pague, al contrario, ellos aportan algunas veces para sacar adelante los proyectos y las publicaciones. “Hay una frase muy bella que dice que ‘el cronista es quien enciende la luz’, porque es quien te muestra el camino y te da a conocer su lugar de origen, lo cual resulta esencial para que el resto de la gente se sienta orgullosa del lugar al que pertenece”.

Muchas gracias a nuestra Universidad Autónoma de Yucatán, a nuestro Rector José de Jesús Williams por ese gesto humanista al reconocer la labor de un gran cronista de Yucatán y de México, y a la Directora Celia Rosado Avilés por abrir las puertas de la Facultad y mostrar un ejemplo de vida. Y gracias infinitas a Don Romeo W. Frías Bobadilla por enseñarnos lo que es la vida.