Jorge Frías CastilloGacetilla del recuerdo
El Sr. Juan Miguel Castro Martín, reconocido como el fundador de Progreso, tuvo a su cargo los primeros trabajadores que laboraron para abrir el camino hacia Mérida, primero entre la ciénaga.
El camino entre Mérida y Progreso fue abierto por él mismo en 1857 sobre tzekel y piedras, obra que duró 10 años debido a la interrupción que tuvo por la sublevación indígena.
Lo más severo del trabajo estuvo en vencer la ciénaga para construir una calzada con relleno y un puente para el paso de los bolanes y carretas.
La calzada fue rellenada con palizada de mangle, piedra gruesa y piedra menuda en una extensión de 80 varas (66.880 metros) con una profundidad hasta la laja de 1.67 metros.
Sobre la calzada fue construido el puente de 50 varas (41.800 metros) con madera que fue transportada desde Campeche a este lugar en 6 canoas, consistente en vigas de zapote y estacas y tablazón de roble, transportada hasta la ciénaga en una carreta arrastrada por bueyes desde la playa.
El Sr. Castro Martín y trabajadores rellenaron también 500 varas (468 metros) de ciénaga con manglar (madera incorruptible) y blanquizal para hacer llegar el camino de Mérida hasta la sabana o entrada a la ciénaga.
Al concluir la calzada y puente, el Sr. Castro Martín informó que se podía hacer el trayecto ya de Mérida a este lugar, donde se fundaría el puerto de Progreso, en bolanes sin cambio de mulas, en dos horas y media.
Para los trabajos del puente, se utilizaron los fajineros y jornaleros de tres a cuatro reales cada uno (50 centavos), carpinteros de 8 a 12 reales, un peso 50 centavos (el real estaba a 12.50 centavos) y el director de la obra devengaba 3 pesos diarios.