Yucatán

Psicóloga Consuelo Ramírez*

Amiga lectora y amigo lector, hace unos días les comenté sobre la caravana de personas que vienen de otros países (Honduras, Guatemala y El Salvador) porque las condiciones en las que viven no les permiten subsistir en condiciones favorables. Muchos de ustedes podrían opinar que tenemos poblaciones con circunstancias similares (pobreza y marginación), sin embargo, todavía existen mejores condiciones que las que ellas viven.

Con el argumento del Secretario de Gobernación que México no utiliza la violencia para detener a los migrantes, les está ofreciendo trabajo temporal, según manifestó hoy en los medios de comunicación; me pareció afortunado este planteamiento, pero mientras él salía en televisión los integrantes de la policía federal y el personal de migración hacía lo contrario, se observó que al grupo de personas que se les había permitido pasar, después de caminar muchos kilómetros y al ser apoyados con vehículos por la población, los detuvieron para bajarlos y obligarlos a caminar, a pesar de las súplicas de las mujeres, su actitud de prepotencia y hostilidad nos lleva otra vez a no poder conjugar lo que se dice con lo que se hace.

En muchas ocasiones, durante estos años que gobernó Enrique Peña Nieto, pudimos observar que se decía una cosa y en pocos días o meses se hacía lo contrario, esta vez consideré que por única vez estaba consciente de su propuesta, que estaba interesado en apoyar a las personas que vienen huyendo de sus países, sin embargo, no es así, otra vez el doble discurso, parece que la acción era para que observara el presidente Trump que sí están deteniendo a las personas. Esta acción lo único que mostró es la intolerancia de los trabajadores al servicio del Estado, su poca o nula calidez nos lleva a solicitar que se les capacite para que puedan tratar a la gente con respeto y calidez, el paso de los migrantes por el territorio mexicano no les da derecho a tratarlos mal.

No sé cuándo se perdió la hospitalidad del Estado mexicano, en su recorrido la ciudadanía ha demostrado su alta capacidad de entender y apoyar a las personas necesitadas, esto mismo esperamos de las autoridades, el trabajo para el que fueron contratados depende del pago de nuestros impuestos, por tanto deberían de actuar en consecuencia, los servidores públicos no deben ser hostiles ni agresivos. Les invito a que solicitemos un cambio de proceder, ALCEMOS LA VOZ, TRATO DIGNO PARA TODAS LAS PERSONAS, SIN DISTINGOS DE NACIONALIDAD, RAZA, RELIGION O CONDICION SOCIAL.

*Representante estatal de DEMYSEX y directora de UNASSE