I. M. Ortuno
den que existe por adquirir los permisos para las embarcaciones pesqueras de Yucatán. Todos debaten por su permiso antes del ascenso de nuestro presidente electo: don Andrés Manuel López Obrador, a quien suplico su interés por la pesca del Estado de Yucatán, cuyo núcleo principal se encuentra en el puerto de Progreso, cuya especialidad habitual es la pesca del mero sujeta a la voluntad de Mazatlán, Sinaloa, situada en mar diferente, con problemas diferentes, como es el caso del Golfo de México y Océano Pacífico.
Don José Luis Carrillo Galaz advirtió (POR ESTO!, jueves 1 de noviembre del año en curso) que la situación es “delicada y grave” porque significa que en la subdelegación se dieron permisos o se clonaron, lo que es ilegal. Hoy, a muchos les han quitado sus permisos, situación que se repitió en el año 2014. Comentó que ante esta situación Conapesca Mazatlán le retiró a la subdelegación en Yucatán la atribución de dar permisos de: fomento, traslados, cesión de derechos o reasignaciones, y ahora, todo se tramita en Mazatlán.
Estamos ante una situación grave y de grandes proporciones, recordemos el desorden que se vivió durante la pesca del pepino de mar, hoy tenemos barcos con dos permisos de pesca. POR ESTO! publicó en agosto pasado las denuncias de los líderes pesqueros de todo el litoral yucateco sobre el esfuerzo creciente de la actividad pesquera, la que indica una captura sin control en toda la costa de Yucatán, pues aunque sólo 3 372 lanchas tienen permiso para la captura del pulpo de esta temporada, la realidad aporta entre 12 mil y 15 mil lanchas que operan en la costa yucateca (Verónica Martínez, POR ESTO!)
El comité consultivo de la pesquería del mero en el Estado de Yucatán realiza las acciones que puedan echarse a andar para recuperar la biomasa del mero, pero no contemplan modificar la veda del mero, que actualmente es de dos meses, sino reforzar la inspección para que se cumplan las normas existentes. El comisionado estatal, don Rafael Combaluzier Medina (de esta pesquería de Yucatán), tiene la solución a mano que evitará la tranza que avanza, en lugar de dos meses de la veda del mero, que ordene 3 meses de veda, de esta forma se ayudaría a la biomasa, y se evitaría el chanchullo de tanta inspección.
Sobre las pesquerías de Yucatán, la más difícil de cuidar es la de mero, porque es la favorita del pescador yucateco y de la gastronomía local, luego, es necesaria la veda de 3 meses si de veras queremos ayudar la biomasa del mero. De esta forma nos evitaríamos de vedas eternas, como la de la tortuga, por ejemplo, que nos prohibió degustar su riquísimo sabor.
A nuestro presidente electo Andrés Manuel López Obrador, quien nos prometió ayuda cuando nos visitó como candidato, ésta es la oportunidad de ayudarnos con nuestros problemas que son muchos y muy molestos.
Por hoy es todo. Saludos.