Yucatán

A los muertos, no hay que temerles, hay que respetarlos

PROGRESO, Yucatán, 3 de noviembre.- La visita al cementerio general es parte de las tradiciones de las celebraciones a los fieles difuntos, por lo que se calcula que llegaron y seguirán llegando al camposanto aproximadamente unas cinco mil personas y seguirán llegando hasta el domingo.

Don Ramón Cáceres Sandy, sepulturero por tres generaciones de este municipio con su familia, se dedica a darle cristiana sepultura a los difuntos que llegan al cementerio general.

Explica que una de las tumbas más antiguas que existe en el panteón, es el osario de la Familia F Duarte E, con fecha de 1928, que tiene 90 años. Desde que era niño y comencé a acudir al cementerio general veía esa tumba.

“Con el paso de los años se ha dejado de ser visitada y se muestra el paso de los años pero como es la más antigua cada año la pintamos”, dijo.

Cáceres Sandy además de ser el sepulturero elabora planchas de las tumbas de granito, repara mausoleos, estructuras de ángeles y todo lo relacionado al trabajo del camposanto.

El oficio de sepulturero lo heredó de su bisabuelo y en la actualidad sus hijos le ayudan en los trabajos de darle acabado a las placas de granito y moldes para las tumbas de los que duermen el sueño eterno.

“Tengo más de 48 años de ser el sepulturero, podría decir que prácticamente desde que nací y crecí en este ambiente” señaló y aseguró que a los muertos no se les debe tener miedo, pero si mucho respeto.

“A los que debemos tenerle temor es a los vivos, debido a que estos si causan problemas, que hay gente mala, pero como dice en el cementerio es el sitio donde termina la vanidad humana”, dijo.

“Tomando en cuenta las sagradas escrituras de la Biblia polvo eres y polvo volverás y esto es para todos los humanos porque la muerte es segura para todos”, agregó.

Ante la pregunta sino ha vivido un hecho sobrenatural en el camposanto, respondió: “En verdad jamás me ha sucedido algo que pueda compartir, excepto de personas que bajo los efectos del alcohol u otras sustancias tóxicas se meten al cementerio por las noches o madrugadas a llorar sobre las tumbas, pero los calmo y los invito a retirarse o simplemente les dejo sacar su dolor, quizá esto es lo que escuchan las personas que pasan por el panteón y aseguran que son llantos, lamentos pero realizados por seres humanos”.

“Sin embargo, hay personas que se dedican al oscurantismo que vienen a importunar la paz del camposanto en diversas épocas del año, los cuales también los expulsamos del camposanto”, señaló.

“Al igual que los jóvenes que en su afán de juego acuden al cementerio con disfraces en estas fechas, aunque en realidad esto hace años que no sucede. Entonces como son varios se llama a la policía y esta se hace cargo de ellos”, indicó.

“En la actualidad la mayoría de las personas adultas son los que son sepultadas aunque todo depende de las familias tomando que en la actualidad muchos buscan ser cremados y sus cenizas son trasladadas a sus criptas familiares, de las iglesias y otras las depositan en el mismo cementerio.

(Julio Jiménez Mendoza)