El Aguililla de Harris (Parabuteo unicinctus) es conocida en el mundo de la cetrería como el “Lobo del Aire”. Es catalogada como una bella ave, inteligente, astuta y perspicaz.
Javier Sandoval Rubio, oriundo del Estado de México, llegó a Yucatán con sus aves para trabajar con una empresa que utiliza las rapaces para el control biológico de amplias naves donde están los trabajadores y los equipos de producción.
Las Águilas tienen como fin alejar y expulsar una amplia variedad de aves que entran a las naves mencionadas. “El control biológico es mejor que utilizar químicos u otros métodos más drásticos como la eliminación”.
“Este control es natural… evitamos pesticidas y así daños al Medio Ambiente”, citó.
Javier trajo a la playa a tres de sus aves: “Lucía, quien tiene 14 años, Teresa siete y Jeremías, el macho, de cuatro años”.
Estas rapaces fueron entrenadas durante un mes, pero luego todos los días hay que trabajar con ellas para que siempre rindan lo suficiente.
Javier lleva 35 años dedicado a la cetrería en Edomex y este trabajo le permite viajar por todo el país. Además, su familia es de artesanos, que elaboran los accesorios que se necesitan para esta actividad.
En la Ciudad de México las aves rapaces su utilizan, por ejemplo, para el control biológico del Aeropuerto Internacional “Benito Juárez”.