Progreso, ayer y hoy
PROGRESO, Yucatán, 5 de noviembre.- Como ya informamos, el domingo amaneció con excelente tiempo, cielo despejado y sol, que auguraba un buen día para la visita de fin de semana.
Todos, incluso los que prestan servicio en el área turística, esperaban buenos ingresos, para rematar la semana en la que se festejó a los difuntos y hubo muchos actos para el público.
Pero el buen tiempo que se anunció el amanecer de domingo cambió horas después, cuando el cielo se cubrió de nublados amenazadores y bajó visiblemente la cantidad de visitantes, además de que pocos automóviles de paseadores retornaron a Mérida y el aspecto nocturno que mostraba la ciudad era de un día normal.
Los ambulantes se defienden
En el ambiente comercial entre Mérida y Progreso, en estos días se observan a miles de ambulantes que salen a trabajar por las calles y el panorama es muy distinto al de hace algunos años, cuando sólo teníamos comercios establecidos.
El ambulantaje ha crecido considerablemente y ahora, las autoridades han iniciado una campaña para que desaparezca o por lo menos aminore, ya que está en todas partes.
Este tipo de comercio crece día a día por la superpoblación que tiene, no sólo Yucatán, sino todo México, en tanto que los centros de trabajo no dan para que tengan ocupación todos y los ambulantes sostienen que no les queda otra que dedicarse al comercio por las calles, para poder comer con su familia.
Afirman que no les queda otra que hacerlo, pues los lugares fijos de trabajo no crecen en la misma proporción de la población y es una necesidad obligada buscarse unos centavos vendiendo donde sea, para poder sostener a las familias, ya que la población crece, pero no hay más centros de trabajo; tendrá que aumentar el ambulantaje y vender donde sea.
Se cerró el “puente”
Ayer domingo fue el último día de asueto por las festividades y ceremonias a la memoria de los difuntos; en toda la semana que pasó hubo actos en las escuelas y en los parques y no se olvidó como siempre comer con las ánimas el sabroso mucbipollo, que aunque salió muy caro es una tradición y muchos la hicieron, así como también hubo ofrendas en el cementerio y en las iglesias. Ayer domingo se efectuaron las últimas celebraciones por la visita a nuestras playas de muchos paseadores.
Ahora vienen las festividades el aniversario de la Revolución Mexicana y seguramente habrá muchos preparativos para el desfile y otros actos.
Seguramente habrá mucha actividad en los preparativos y en los días que faltan para concluir el año tener la esperanza de ver cómo vienen los próximos meses, por tantos proyectos que hay para Progreso.
Progreso, ya lo dijimos, por el momento está en la mira del Gobierno y muchos empresarios, porque es el punto de más futuro, por el movimiento marítimo, importaciones y exportaciones, nuevas industrias y darle más importancia a la pesca, que tiene problemas en varias especies, así como también al turismo, que poco a poco se está consolidando como uno de los puntos más interesantes para los paseadores del Estado, nacionales y extranjeros.
El sindicalismo y las principales fuentes de trabajo
Cuando en Progreso no habían ‘nacido’ los sindicatos y el trabajo en los muelles los repartían los capataces en la época porfiriana, Progreso sólo contaba con muelles de madera, un tren de alijos y las labores marítimas se llevaban al cabo como se podía.
Los sindicatos comenzaron a formarse a partir de 1915 y había sindicatos, no sólo para las actividades marítimas, que eran la principal fuente de ingresos para el trabajador.
Rápidamente comenzaron a surgir sindicatos para todos los renglones, tanto marítimos como terrestres, y en el campo, y cuando se necesitaba alguna mejora se unían las agrupaciones y hacían presión para que el Gobierno amplíe o se hagan mejoras para un nuevo Progreso y todos tengan asegurada la comida.
Y así fue así que a partir de los años 40 a del siglo pasado desaparecieron los antiguos sistemas de trabajo, como los muelles para barcos de poco calado y en lugar de esos sistemas antiguos se construyó el nuevo muelle de concreto, para facilitar las labores marítimas en el manejo de la carga que traían los barcos de mayor calado.
Y cuando se dieron cuenta los trabajadores que se necesitaba un muelle de cabotaje se inició su construcción a un costado del viaducto, pero no resultó la obra y se suspendió.
Como se sabe, en los años 50 comenzó a trabajarse con dificultad en la pesca, pero pasaban apuros los viveros y balandros cuando soplaba mal tiempo, y muchos barcos se hundían o se estrellaban en la orilla del mar, por no tener en donde resguardarse.
Los sindicatos pidieron al presidente Díaz Ordaz la construcción de un puerto de abrigo para impulsar la pesca industrial, obra que se inauguró en 1968.
Sin embargo, el muelle nuevo ya no era competente para las importaciones y exportaciones, ya que los equipos de navegación eran modernos y demás calado. Prácticamente se necesitaba un nuevo puerto.
Entonces se movió todo Progreso para modernizar el sistema de carga y descarga y se construyó el nuevo puerto de altura donde pueden hacer operaciones, barcos con más de 30 pies de calado, valiéndose desde luego de un canal de navegación que conduce a las naves hasta los muelles para sus operaciones y hay terminales para todo tipo de cargueros y cruceros con turista, sólo que con el nuevo puerto de altura, por no ser necesario los sindicatos que antes laboraban en los otros muelles, desaparecieron y se liquidó a los trabajadores, siguiéndose el sistema en las empresas importadoras y exportadoras, adoptaron los sistemas de contratar a sus propios trabajadores.
De nuestras empresas aéreas yucatecas
Recordando a la empresa Aeromaya.- Con la noticia de que pronto podría reanudar sus vuelos la empresa yucateca Aeromaya, que fue la mejor línea de nuestro Estado que hasta entonces se había levantado hacia los cielos nacionales, vienen a la memoria muchas anécdotas, ya que el que esto escribe fue inspector y por algún tiempo, comandante del aeropuerto de Mérida.
Claro que no pocas de esas anécdotas se trataban de cuentos y vaciladas del mismo personal de la terminal área o de los pilotos y trabajadores de la compañía mencionada.
Cuando Aeromaya preparaba a sus pilotos y mecánicos recibieron adiestramiento en Londres durante algún tiempo.
Fueron capitanes de los aviones (turbohélices) Luis Alonso, Raymundo barrera, Alvaro Novelo, Fidel Chan, Pastor Coello y otros aguiluchos, que fueron las estrellas dentro de la empresa.
Se cuenta que cuando la compañía hacía su propaganda para buscar clientela, afirmaba que sus aviones eran tan modernos y tan fáciles de operar que hasta “Pimienta” los manejaba.
Los yucatecos hicieron tan suya la compañía que ya no le llamaban Aeromaya, sino Aerochaya.
Otro cuento que salió es que en una ocasión, al dirigirse un pasajero a la sobrecargo de turno; su expresión fue “Señorita Aeromoza”… y que la steward respondió: “Por favor, no ponga apodos”.
En una plática del maestro Bolio, mecánico estrella de Aeromaya, con otros trabajadores del aeropuerto, se escuchó que uno de ellos preguntase por qué al aeropuerto de Mérida se le puso el nombre del notable jurisconsulto yucateco Manuel Crescencio Rejón y otro respondió: “Quizá porque estuvo en la nómina como el primer aviador”.
En los años en que operó Aeromaya en Mérida, le tocó ser comandante del aeropuerto al capitán Vales, quien fue muy estricto como funcionario. En una ocasión le preguntaron por las clases de aviadores que existen, y respondió que entre éstos está el aviador conchudo, cínico y desvergonzado que vuela en las nóminas del presupuesto y que aterriza con puntualidad extraordinaria los días de la cobriza en las pagadurías.
Se comentaba en el mismo aeropuerto de Mérida que una aeromoza tenía problemas de fecundidad. Y uno que escuchaba el comentario preguntó: ¿Por qué será? Y otro respondió: “Porque la matriz de Aeromaya está en la ciudad de México”.
En uno de los hangares de Aeromaya, el maestro José María Bolio dijo a los contertulios que tenía una cámara de retratar, tan rápida, que a un avión en vuelo lo sacaba con las hélices, como si la máquina no estuviera funcionando. No terminó de decirlo cuando un muchacho preguntó: ¿Y no se caía el avión, maestro?
Así hubo de cuentos, chistes, puntadas y vaciladas en aquellos tiempos de la compañía Aeromaya.
Los pioneros
Del Boletín Bibliográfico.- Los que nos dedicamos a los estudios e investigaciones “Mayistas”, hemos creído de verdadera justicia consignar en este Boletín Bibliográfico los nombres de los pioneros que iniciaron dentro de un esfuerzo científico, loable y generoso: el dar a conocer al orbe las excelencias y maravillas de ese mundo, exótico y peregrino del Mayab, abriendo, con su labor, nuevos y vastos horizontes al estudio y a la investigación de sus monumentos y códices, que antes eran tenidos por cosas de mera curiosidad, sin ningún valor efectivo en el terreno de la ciencia, ya que se negaba a los habitantes de América, se entiende, a los pueblos aborígenes, capacidad para comprender algo que se pareciese a los más elementales rudimentos de una civilización, menos de una cultura.
Por todas esas cosas era conocida la América, pródiga en riquezas, en cambio, se despreciaba a se tenía poco lo que se refería a la cultura de esos pueblos, aún cuando un Benvenuto Cellini quedaba extasiado admirando los delicados objetos de orfebrería trabajados en oro y plata que hasta la tierra del arte, Italia, habían sido llevados para obsequiar al Papa, lo mismo que los delicados joyeles de oro y plumas como nunca se habían conocido en el viejo mundo.
Todas estas cosas encendían la imaginación de los rudos guerreros, que ansiosos de otras Cruzadas contra otros herejes, se alistaban soñando conquistar imperios y riquezas como las conquistadas por un Hernán Cortés o un Pizarro. Y perdida entre las brumas de la leyenda y la fábula que hablaban de hombres con cola y de los más siniestros y espantosos monstruos de aquellos mares misteriosos que rodeaban las tierras vírgenes americanas, quedaban diluidas, perdidas las fuentes reales de la cultura de aquellos pueblos sojuzgados y explotados sin misericordia, por aquellos que se decían discípulos del más generoso y humano de los maestros: de Jesús, y contra de los que un Padre Vitoria clamaba, señalándolos con índice de fuego, preguntando con qué derecho España se apoderaba de las tierras de los naturales de América, y con cuál razón los obligaba a ser Cristianos si esto debía, como había enseñado el Divino Maestro, ser aceptado por voluntad y no por la fuerza. La iglesia, por su part,e se dedicaba a la tenaz labor de destruir implacablemente la religión ancestral, por juzgarla altamente perjudicial a las normas morales de la nueva religión que venían a imponer a los hijos de estas tierras, pero, para realizar esta labor, los franciscanos, que fueron los primeros en venir a evangelizar a los indígenas, opinaron que era necesario que, para que la obra rindiese los mejores frutos, había necesidad imperiosa de aprender el idioma de los naturales, para poderles explicar las doctrinas cristianas, y así, empezaron a aparecer vocabularios, gramáticas y diccionarios de lenguas indígenas, sin que esto evitase la destrucción de los libros sagrados y cuanto documento escrito por medio de jeroglíficos se encontrase en poder de los indios. Zumárraga y Landa, fueron los que más se distinguieron entregando a las llamas aquellos testimonios de cultura nahoa y maya. De manera que a los franciscanos propiamente dicho, si conservaron en libros y documentos las cosas de los aborígenes, referentes a usos y costumbres, no fue con el deliberado y noble propósito de darlos a conocer divulgándolos, sino que obedeció a otro, que fue el de adiestrar a sus sucesores en el idioma y modo de ser de los gentiles para poder proseguir ventajosamente la obra de conquista material, ya que no espiritual, puesto que hasta la actualidad el nahoa, como el maya, siguen creyendo en sus dioses ancestrales, que tras del nombre de cada santo o santa cristianos se ocultan, como el caso del famoso San Caralampio, a quien se le hace grandes fiestas en un pueblo del Estado de Chiapas, hasta la presente fecha, o como en Yucatán que al lado de las rogativas que la Iglesia Católica hace para que llueva, se une la famosa ceremonia del Ch’a Chaac, o invocación de la lluvia, que se efectúa en el campo, bajo la advocación de los viejos dioses del Mayab.
Así pues, por razones bien conocidas podemos asegurar que aquellos evangelizadores no realizaron una verdadera labor cultural a favor de los núcleos indígenas, y si sus escritos y traducciones las conocemos y las utilizamos en la presente fecha para rehacer en parte la historia antigua de nuestros pueblos aborígenes, esto no es el resultado directo, sino una consecuencia indirecta, ya que estamos utilizando unos medios enderezados a fines muy distintos a los nuestros.
Por todas estas razones, repetimos, hemos creído de justicia consignar los nombres de aquellos que sin otro interés que el de orden científicos, se dedicaron asiduamente a la tenaz labor, a veces, no exenta de peligros y penas, unidos a grandes trabajos, a rescatar de sus selváticas tumbas los magníficos tesoros arqueológicos olvidados y despreciados.
De nuestros intelectuales
Cuando en aquella mañana todo le sonreía, cuando las golondrinas alegres preparaban su nido, cuando los árboles en flor eran orquestas de pájaros y los campos perfumados se vestían de fiesta, Benito iba la Instituto pulcro, aseado y dispuesto a vencer. Era otro hombre. Cosa extraña en él, risueño y gallardo entró a la clase. Cuidadosamente peinados sus lacios cabellos, bien cepillado el traje, lustrosos los zapatos. Profesores y alumnos lo advirtieron, pero no acertaban, por mucho que cavillaran, en dar con la explicación del brusco cambio. Resultaba que el indio feo y moreno poseía un corazón abierto a la ajena simpatía y era muy sensible el amor del prójimo. De medroso y callado, se trocó en animoso y locuaz. Verdad notoria es que Benito estaba muy lejos, en aquella mañana abrileña, del adusto y andrajoso pastorcillo que creció junto a la manda de ovejas, allá en los montes de su pueblo natal. Su tío Bernardino era un recuerdo y Oaxaca una ciudad acogedora con grandes y halagüeñas promesas, voló a casa de don Antonio Maza.
Margarita dio aliento a Benito y, si cabe, lo embelleció físicamente. Crecieron sus fuerzas y se sentía capaz de conseguir el triunfo ante las más grandes empresas. En adelante podría arrollar la adversidad propia y ayudar a vencer la ajena desgracia. En San Pablo Guelatao nació un pobre indiecillo, en choza miserable; de Oaxaca, de casa de don Antonio Maza, habrá de surgir un coloso que provocará grandes pasiones, despertando inquietudes y polémicas, y con su actuación prestigiará y engrandecerá a su patria.
¿Qué habría sucedido si Margarita desdeñara el amor de Benito Juárez? ¿Había llegado a ser el Benemérito de las Américas? La dulzura y la pureza de la por tantos conceptos admirable Margarita, contribuyeron a engrandecer la nobleza y el valor de Juárez, que son los blasones del héroe.
Su última travesura
Las autoridades en Rumania sacrificaron un oso pardo que se metió en varias casas y en una escuela secundaria vacía en una ciudad en la región de Transilvania. La policía dijo que el oso entró al patio de una casa temprano en la mañana y mató una cabra, tras lo cual trepó una cerca para entrar a la escuela, que estaba vacía por las vacaciones de verano. Se piensa que hay más de 6,000 osos pardos en Rumania.
(R. F. B.)