El poeta y novelista ruso Alexander Puschkin estaba una noche en el teatro donde actuaba una actriz que no le agradaba, decía que era una mala actriz, en un mutis muy espectacular y muy teatral, todo el mundo aplaudió menos Puschkin. Uno de sus vecinos de asiento le preguntó:
-¿No os gusta?
-¡Nada!
-Es que seguramente no entiende nada de esto.
-No señor, sino todo lo contrario. Soy el poeta Puschkin.
-¿Y qué tiene que ver la poesía con el teatro?
-¡Vuestra ignorancia merece un par de bofetadas y no os las doy porque no quiero que la actriz piense que le aplaudo!