Yucatán

La Gran Muralla China, construcción de más de 7 mil kilómetros

Por Pilar Faller Menéndez

Una de las 7 maravillas del mundo moderno

Una de las más imponentes obras de ingeniería de todos los tiempos es sin duda la Gran Muralla China o Changcheng (“larga fortaleza”). La imponente fortaleza se construyó en aproximadamente dos mil años, bajo la iniciativa del emperador Qin Shi Huangdi, alrededor de 200 años antes de Cristo, y a quien también se le conoció por mandar a hacer los soldados de Terracota de Xian, la muralla se construyó con el fin de poder defender a su reino de los constantes ataques de las tribus nómadas de Xiongnu procedentes de Mongolia y Manchurria.

Durante centurias los ejércitos permanecieron en esta extensa muralla a fin de poder divisar las posibles invasiones y servir como una primera línea de defensa, a fin de poder evitar robos y no permitir a los ladrones que asaltaban las propiedades poder escapar del reino montados en sus caballos.

A través de los siglos, los ejércitos se acuartelaron a lo largo de la muralla para advertir las invasiones y proveer una primera línea de defensa. Su propósito era, principalmente, el de evitar que robaran propiedades y escaparan del país montados en veloces caballos. La época en la cual se realizó una reconstrucción en ladrillo y piedra de esta barrera defensiva en el Norte del imperio, fue durante el reinado de la dinastía Ming (1368-1644). La última parte de la construcción data del siglo XVII.

A lo largo de estos 7 mil kilómetros que la conforman puede observarse una serie de torres conectadas a la muralla, las cuales se encuentran situadas a una distancia que permitía a los vigías transmitir rápidamente la alarma a través de señales de fuego durante la noche, y de señales de humo durante el día sobre alguna invasión. Cada torre de defensa tenía la capacidad para albergar a un pelotón de entre 30 y 50 hombres, los cuales permanecían durante cuatro meses en ellas sirviendo como vigilantes. Las torres eran una especie de pequeños castillos donde los soldados guardaban alimentos y armamento suficientes para poder permanecer por períodos prolongados.

Hoy en día la muralla solamente conserva una pequeña parte a la que se puede tener acceso de los 4 mil kilómetros que quedan. Algunas secciones son realmente impresionantes debido a su altura y ancho, ya que las dimensiones promedio son de 8 metros de altura y 6 metros de ancho, aunque como se mencionó, gran parte se encuentra ya en un estado deteriorado, pero no deja de impresionar a sus visitantes. El gobierno chino trabaja en la restauración, reparación y programas de protección a fin de poder conservar este Patrimonio de la Humanidad.