Por Pilar Faller Menéndez
Nos ha pasado cuando fuimos víctimas del paso de dos huracanes: Gilberto e Isidoro, tuvimos que aguantar el prescindir de este vital líquido que se ha vuelto indispensable en los hogares y que sin él sufrimos de incomodidades, ya que el abasto por medio de pipas era insuficiente y fueron días que ciertamente no fueron gratos porque una vez que se tiene acceso al agua potable se vuelve esencial para poder tomar un baño, lavar la ropa y los trastes y al carecer de ella nos sentimos damnificados.
A 57 kilómetros de Mérida se encuentra el pueblo de Mama que después del censo de 2010 reportaba una población de 2,505 habitantes, que están sufriendo el desabasto de agua desde hace dos semanas y no se ha registrado que haya pasado ningún huracán en esa zona que probablemente no se encuentra entre los pueblos más conocidos, pero forma parte de los 106 municipios en el que está dividido nuestro Estado.
¿La causa de este desabasto? Una falla en el transformador de la bomba de agua potable que ha sido retirado después de casi dos semanas para su reparación sin que hasta el momento haya sido reinstalada, afectando a más de la mitad de la población que bajo el ardiente Sol debe salir con tinacos para abastecer sus hogares del líquido. Otra opción es pagar 150 pesos al servicio de personas que llevan a sus hogares un tinaco de mil litros, aunque la mayoría prefiere abastecerse por sus propios medios, en casa de vecinos que cuentan con el servicio que llega a cuenta gotas, o bien, utilizar agua de pozo.
Señalan que a pesar de que el Presidente Municipal debería hacerse cargo de este desabasto, probablemente esté ocupado realizando pendientes ya que va de salida, pero los ciudadanos que requieren de este servicio no, o probablemente no se ha dado cuenta de la gravedad del asunto, ya que en su casa hay abasto de agua.
No es noticia nueva, ya que el POR ESTO! ha informado de esta situación que todavía no se ha atendido. Según datos del portal Agua.org, el consumo promedio en un hogar es de 380 litros al día, y si sacamos cuentas, esos tinacos que se venden a 150 pesos y que contienen mil litros, tienen una duración aproximada de tres días, por lo que sacando cuentas, el poder abastecerse por este medio durante un mes, tendría un costo de 1,500 pesos, lo que representa una cantidad exorbitante cuando los recibos del agua potable por el servicio está por mucho debajo de esa suma, lo que afecta gravemente a los habitantes de Mama.
¿Qué puede hacerse cuando el encargado de gestionar el abasto no lo toma como una prioridad? Pareciera ser que pasadas las elecciones, muchos han desatendido sus obligaciones siendo aún autoridades que deberían estar al servicio de sus comunidades hasta el último día del mandato. Esperemos que prontamente se restablezca el abasto de agua y acabe este martirio por el que están pasando los habitantes de Mama que merecen una explicación y una pronta solución a su problema.