Yucatán

Certifican como panaderas y reposteras a 104 mujeres

Ciento cuatro mujeres que empezaron tomando cursos en parques públicos se certificaron ayer como panaderas y reposteras en el nivel dos de competencia avalado por la Secretaría del Trabajo, de modo que “es como si hubieran estudiado hasta el bachillerato en el nivel técnico de panadería y repostería”.

La Secretaria General de Gobierno, Martha Góngora Sánchez, indicó que esta certificación se inscribe en el marco de las acciones del programa “Escudo Yucatán”, en el que la “vertiente toral es la prevención social, que tiene que ver con la transversalidad, y qué mayor satisfacción que verles aún con la situación compleja de sus colonias y hogares, hay ese atrevimiento de creer en ustedes para prepararse y aprovechar lo que se puede generar en el gobierno con sus impuestos”.

En el evento, celebrado en el auditorio del Centro Estatal de Prevención Social del Delito y Participación Ciudadana (Cepredey), la funcionaria dijo que “es importante trabajar en espacios públicos a través de Escudo en Movimiento, era importante que generáramos ese acercamiento con los que tienen el liderazgo de una familia, los que educan a los hijos, pero no hay una herramienta o un empleo que lo permita”.

Mejor calidad de vida

Entonces, “cuando diseñamos la estrategia lo pensamos tal cual, que trabajemos en los parques y los que tuvieran una familia y estén desempleados, pudieran tener la posibilidad de que les enseñemos un oficio para autoemplearse o emplearse en una empresa”.

“Esa es la riqueza que se visionó en Escudo Yucatán, no se pretendía que invirtiéramos sólo en tecnología y videovigilancia, en capacitación de los servidores públicos, porque eso es obvio, lo mismo que actualizar el marco normativo”, indicó.

A las mujeres presentes les dijo que, después del evento, tienen que irse “decididas a seguir motivando a que la gente se sume a la estrategia Escudo, que la gente participe, que sus niños y niñas se sumen, esa es la estrategia de seguir manteniendo a Yucatán como un Estado seguro, que haya mejor calidad de vida, que se motiven a sí mismas, no hay edad para ello, tenemos que luchar por ser cada vez más profesionales, eso tienen que sentirlo las niñas y los niños”.

“Se trata de enseñarles valores para ser mejores personas, que podemos convivir en el respeto, la tolerancia y la prudencia, en la medida que prediquemos con el ejemplo, que podamos convivir juntos, eso no implica que uno baje la cabeza. El reto es ser madres de familia, síganle echando ganas”, indicó.

Posteriormente Góngora Sánchez afirmó que, si algo faltó al programa Escudo Yucatán, fue una mayor penetración y sensibilización con otros órdenes de gobierno, por lo que deseó que la siguiente administración pueda continuarlo en esos términos.

“Escudo Yucatán debe ser un programa de Estado, no tiene colores ni partidos, se trata de nuestra seguridad y de que a Yucatán le vaya bien, que siga siendo una Entidad en paz y creemos que así debe visionarlo el próximo gobierno”, indicó.

Autoafirmación

de la mujer

Por su parte, el director del Centro Estatal de Prevención Social del Delito y Participación Ciudadana (Cepredey), Gabriel Barragán Casares, dijo que en la certificación los apoyó la empresa panificadora Santos Lugo.

“Dijo que el desarrollo feminista debe entenderse con el respaldo de los demás, es todo un proceso social que se va cumpliendo al paso del tiempo. Se empieza por la autoafirmación de la mujer, eso lleva a la organización, mediante grupos del mismo interés y de poder entre ellas reafirmarse”, anotó.

“Ustedes serán el ejemplo para alentar a otras mujeres, en la política, más activas a nivel comunitario, en su familia, con sus hijos, y así erradicar la violencia de género”, dijo.

A su vez, la directora del Instituto para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, Alaine López Briceño, señaló que “detrás de todas estas horas de aprendizaje y este orgullo de tener el certificado que avala los conocimientos, está el apoyo de una familia que nos echó porras”.

Dijo que se trata del empoderamiento de las mujeres y relató que, en el programa Mujeres Moviendo a México, otorgamos herramientas financieras, habilidades para hacer crecer el negocio, conectar a mujeres, hacerlo hacia otros programas, con la iniciativa privada, que puedan salir adelante y sí funciona.

“Las mujeres que se apoyan con el trabajo de otras, da mayores resultados para todas en sociedad, hay algunas de ustedes que ya están en la experiencia, son un poco más de horas pero vale la pena tener una certificación más, superarnos, tomar esos retos, enseñarles a las familias que siempre hay que seguir aprendiendo”.

Modelos probados

Aseguró que estos programas de certificación laboral son modelos probados que sí funcionan porque las participantes son mujeres trabajadoras, que quieren tener una mejor vida para ellas y sus familias.

Durante el evento se transmitieron dos vídeos de la primera generación de becarias en repostería y panadería, así como el testimonio de doña Verónica Cecilia Calderón. El común denominador es que, luego de completar el plan de estudios, la vida les brinda ahora una oportunidad para salir adelante.

“Yo fui empleada, cajera, niñera, trabajaba de 8 a 12 horas todos los días, nunca estaba con mis hijos y soy madre divorciada. Una amiga me invitó a hacer pasteles y así empecé con este negocio. Luego, otra amiga me invitó al Cepredey y así es como ahora me estoy graduando a mis casi 50 años de edad. Quiero agradecer a todos porque ahora me ha cambiado completamente la vida”, relató doña Verónica.

A nombre de esta segunda generación recibieron sus documentos, avalados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), Leydi del Socorro Aranda Oney, Rita María González González, Guadalupe Hortencia Gamboa Alpuche, Mildred Noemí Pech Zapata, María Julissa Camelo Aguilar, Erika Marisa Zapata Aguileta y Esperanza Margarita Gamboa.

El programa certificó a un total de 144 mujeres en las dos generaciones que completaron el plan, como parte de los resultados obtenidos en Escudo Productivo.

(Rafael Gómez Chi)