KINCHIL, Yucatán, 21 de agosto.- No cabe duda que es cierto el refrán que reza “La curiosidad mató al gato”, y decimos esto porque anoche un niño que encontró una bala en su hogar, después de golpearla en un objeto de metal, ésta acabó detonando. Afortunadamente el proyectil que se disparó apenas “rozó” el abdomen del chiquillo.
El sonado caso ocurrió poco después de las 22:00 horas, en un predio de la calle 19 por 20 y 22 de esta población, tal como se informó extraoficialmente.
Según se averiguó, el pequeño N.T.T., de 6 años de edad, encontró la munición, que normalmente es usada para rifles calibre 22, que al parecer estaba tirada en el suelo y la depositó en un rin de acero, y empezó a darle de golpes, sin saber lo que iba a pasar, hasta que finalmente se calentó y estalló.
Luego de rebotar en la pared, el cartucho del explosivo acabó pegándole cerca de la costilla a N.T.T.
De inmediato sus jóvenes padres lo auxiliaron y llevaron a la clínica del IMSS, de esta comunidad. Tras dar aviso a las autoridades del fortuito caso arribaron al auxilio paramédicos de la ambulancia 21-G de la SSP.
Más tarde llegó personal de la FGE al mencionado domicilio, para tomar conocimiento del accidente, lo mismo que policías estatales en tres patrullas.
Vecinos dijeron a las autoridades que oyeron un sonido similar a cuando explota un neumático, pero le restaron importancia, hasta que al salir de sus casas y ver a los policías, temieron que algo grave hubiera ocurrido.
El menor se encuentra convaleciente en un hospital de Mérida, listo para ser dado de alta.
(POR ESTO! / Policía)